Después de varios días de mensajes contradictorios, con los ministros de Podemos por un lado y con los del PSOE por el otro, el Gobierno se aferra ahora a la receta de las "cuatro d" para solucionar la crisis de Ucrania: Diplomacia, desescalada, distensión y disuasión. Así lo ha explicado el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, en una hora bastante inusual para comparecer en el Congreso: las ocho de la tarde.
El ministro ha asegurado que " el Gobierno de España actúa tal y como quieren los españoles" y que prima el "respeto al derecho internacional y a la soberanía e integridad" de Ucrania. Albares ha apostado por el diálogo pero se ha mostrado más contundente que en otras ocasiones contra Rusia: "es inaceptable y viola la paz", aseguraba tras añadir que el despliegue de 100.000 efectivos ordenados por el Kremlin "no se justifica por motivos defensivos".
Despliegue ya previsto
La contundencia verbal contra las acciones de Moscú, que podrían irritar a los socios, se ha compaginado con un tono más aséptico a la hora de hablar del ofrecimiento de España para desplegar tropas. Albares descarta que el ejercito español vaya a pisar suelo ucraniano y ha afirmado que la mayor parte de lo anunciado hasta el momento, como los cazas españoles en Bulgaria, es un "despliegue previsto" y previo a la crisis entre Rusia y Ucrania.
El responsable de Exteriores sólo ha añadido que "se ha adelantado" la fragata Blas de Lezo "a petición de la OTAN" pero que navegará en aguas internacionales y de la OTAN "y no se extenderá a Ucrania". Albares sí cree que este despliegue naval "lanza un mensaje rechazando las intimidaciones".
España tampoco evacuará a los 534 compatriotas que viven en Ucrania. La mayor parte en Kiev, la capital. En estos momentos lo que más preocupa con los 54 españoles que están en zonas fronterizas con Rusia pero "no se prevé la evacuación" de ellos, "ni a nivel europeo, ni nacional".
Peticiones inaceptables de Rusia
Albares ha desvelado que en Consejo de Exteriores de la UE se han compartido algunas de las exigencias de Rusia que "serían unilaterales y no asumirían compromisos algunos". Entre las peticiones de Putin, está "una garantía de que Ucrania nunca ingresará en la OTAN" o la retirada de efectivos de la OTAN de países de la antigua órbita soviética que obligarían a que "Polonia tendría que abandonar la estructura".
"Son unas demandas que tratan de aislar a Ucrania de Occidente, bloquear la ampliación de la OTAN y consagrar un área de control militar en el antiguo territorio soviético", ha añadido Albares mientras tildaba estas estas peticiones de "inaceptables y de violar la legalidad internacional"
En caso de agresión militar a Ucrania, España apuesta por un "régimen de sanciones" que "será masivo, contundente y muy creíble" pero Albares se ha negado a desvelarlo por "motivos de confidencialidad".
Tras la comparecencia, a petición propia de Albares, la Comisión de Exteriores se dividió en dos bandos inéditos hasta ahora. Por un lado, PP y Vox respaldando las acciones del Ejecutivo en la OTAN. Por otro, los socios del Gobierno arremetiendo contra los ministros socialistas como Margarita Robles.