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Borràs se arruga y no acepta el voto del exdiputado de la CUP condenado

El grupo de la CUP se niega a votar el informe de la comisión del diputado porque Juvillà no ha sido convocado al pleno por Borràs.

El grupo de la CUP se niega a votar el informe de la comisión del diputado porque Juvillà no ha sido convocado al pleno por Borràs.
La presidenta del 'Parlament', Laura Borràs, al inicio del pleno extraordinario. | EFE

Postureo, grandes proclamas y acatamiento final de la orden de la Junta Electoral Central (JEC). Pau Juvillà, el exdiputado de la CUP condenado por desobediencia, no fue convocado al pleno extraordinario celebrado este jueves por la tarde para aprobar el informe de la comisión del estatuto de los diputados. En señal de protesta, su grupo no ha querido votar tal informe, al que ayer sí le dio el voto afirmativo en el seno de la comisión.

La presidenta del Parlamento catalán, Laura Borràs, de Junts per Catalunya (JxCat), no ha aguantado el pulso contra la JEC que ella misma planteó en defensa del escaño de Juvillà. Durante toda el tiempo que ha transcurrido de legislatura, Borràs ha llevado a cabo un discurso que hacía presagiar que no tendría reparo alguno en desobedecer cualquier orden o resolución judicial que fuera contra lo que considera "independencia" y "soberanía" del Parlament. El caso de Quim Torra, al que el republicano Roger Torrent en calidad de presidente de la cámara enseñó la puerta de salida atendiendo a una instrucción de la JEC, no se iba a volver a repetir, decía Borràs.

La realidad es que se está reproduciendo y Juvillà ya no es diputado. Que Borràs no le haya convocado al pleno para participar en la votación sobre su propio caso alegando un "conflicto de intereses" es, según la CUP y los grupos de la oposición, una forma de obedecer a la JEC, de acatar las órdenes de lo que no dejan de llamar "órgano administrativo" para imputarle una suerte de ausencia de legitimidad jurídica para instar a la retirada del escaño a Juvillà.

"Qué jeta, señora Borràs"

En el pleno extraordinario se ha reflejado de nuevo la división del independentismo con la negativa de la CUP a participar en la votación. Vox, Cs y PP han subrayado el deterioro de la cámara. El líder de Vox, Ignacio Garriga, ha declarado que ha llegado el momento de suspender la autonomía. Carlos Carrizosa, de Cs, ha insistido en que Juvillà ya no es diputado "pero la señora Borràs no lo quiere decir". Y Alejandro Fernández, del PP, ha censurado que Borràs se llegara a plantear cerrar la cámara. "Qué jeta, señora Borràs", le ha espetado.

A Antoni Dalmases le ha tocado defender la posición de JxCat y ha asegurado que su partido no acepta lecciones de nadie y que no les ha podido la cobardía porque "cuando hay que pagar con el exilio o la cárcel, lo hacemos". Además, ha reprochado al PSC haber vuelto al bloque del 155.

Borràs cede y el caso Cuevillas

El informe de la comisión del diputado, puro papel mojado, ha sido aprobado con los votos de JxCat, ERC y los comunes. Borràs, que iba a dar grandes tardes de gloria irredenta e insumisa, se ha arrugado ante la JEC. Y eso que llegó a forzar la dimisión de su puesto en la mesa su compañero Jaume Alonso Cuevillas por haber mostrado dudas de que la desobediencia sirviera para algo. "La inmolación se debe hacer si sirve para algo, si no me parece absurda", dijo el que fuera abogado de Puigdemont el pasado mes de abril. Y llegó a calificar de "tontería" arriesgarse a una inhabilitación por las resoluciones contra la Corona o a favor de la autodeterminación. Esas palabras le costaron el puesto. Fue "ejecutado" por la misma persona, Borràs, que ha abrazado sin ambages sus tesis sobre el pragmatismo.

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