Yolanda Díaz era hace sólo unas semanas la gran esperanza de Unidas Podemos. Señalada como sucesora por Pablo Iglesias, encumbrada por la prensa con un auténtico Niagara de halagos que ha durado meses e incluso elegida como ministra más valorada encuesta tras encuesta, aunque ese dato en realidad quiera decir muy poco.
Sin embargo, la estela de la vicepresidenta ha decaído en las últimas semanas: una parte importante de su propio partido ha ido minando la posición de Díaz y su gran proyecto de un "Frente Abierto" y, sobre todo, lo que iba a ser su proyecto estrella –la reforma laboral– ha acabado más bien estrellado en un texto que no satisface a casi nadie, una tramitación parlamentaria en la que ella ha cosechado un rotundo fracaso y, para colmo, una votación irregular y esperpéntica.
Del estrellato a un pueblo de 800 habitantes
En esta situación, la campaña de las elecciones de Castilla y León es el mejor ejemplo posible de la caída en desgracia de la hasta hace poco rutilante estrella, que ya hace año y medio fue una de las protagonistas para su partido de las autonómicas gallegas, cosechando un fracaso notorio, eso sí.
Al contrario de lo que ocurrió en su tierra la vicepresidenta no es que haya tenido poco protagonismo en la vecina Castilla y León, es que no ha participado ni en un acto de campaña de su partido, tanto en la oficial como en los días previos que también se llenaron de mítines.
Y además, cuando por fin Unidas Podemos ha llamado a Yolanda Díaz a participar en la campaña, parece más una humillación que una invitación: estará el próximo jueves en el municipio vallisoletano de Castronuño, que sólo tiene 860 habitantes. Eso sí, en el acto estará también el candidato a la Presidencia regional por Unidas Podemos, Pablo Fernández.
En cambio, Yolanda Díaz no participará en el cierre de campaña que tendrá lugar al día siguiente, pues según fuentes del partido estará en la ceremonia de los Premios Goya en Valencia. Lo llamativo de esta explicación es que dicha ceremonia no se celebra el viernes sino el sábado.
Castronuño está gobernado por una coalición entre Izquierda Unida y la lista local Castronuño Toma la Palabra. El mitin pretende ser una muestra del presunto éxito de las políticas de extrema izquierda contra la despoblación.