Dos aspectos confluyen para que este viernes Isabel Díaz Ayuso esté en el cierre de campaña de las elecciones en Castilla y León: la sangría de votos que desde hace días sufre el PP en las encuestas y su éxito arrollador puesto de manifiesto en las calles de las ciudades donde ha estado estas semanas: Valladolid, Ávila, Burgos o Segovia.
Al inicio de la campaña, desde el equipo del presidente de la Junta y candidato del PP en estas elecciones del próximo domingo solicitaron a la presidenta madrileña que estuviese un único día, el pasado viernes en los actos de Segovia y Burgos. Un papel el suyo limitado, semejante al que iban a tener otros barones autonómicos. Pero más tarde pidieron un par de mítines más, en Valladolid y Ávila.
Fue precisamente en las calles de la capital castellanoleonesa donde Ayuso causó auténtico furor y estuvo acompañada de una marea de gente que le pedía fotos y autógrafos. Ese mismo día la jefa del Ejecutivo madrileño había defendido, en el discurso que pronunció en un mitin-almuerzo en el hotel Meliá Recoletos, un posible –y cada vez más probable– acuerdo con Vox. "Siempre pactaría antes con el partido de Ortega Lara que con aquellos que pactan con los que le secuestraron", afirmó.
Ahora, esta misma semana, desde el equipo de Alfonso Fernández Mañueco han solicitado a Díaz Ayuso no sólo que esté en el acto de cierre de campaña sino también que intervenga. Allí también hablará el presidente del partido, Pablo Casado, y a él acudirán el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, y el de Murcia, Fernando López Miras. El único ausente entre los barones será el andaluz Juanma Moreno, que se encuentra en un viaje a Dubái al ser la semana de Andalucía en la Expo.
La preocupación de Génova
Según fuentes del PP, consultadas por Europa Press, su principal preocupación en esta última semana de la campaña es la subida de Vox, que no ha dejado de mejorar sus expectativas. Las mismas fuentes señalan que la participación es "clave" en estas elecciones, por lo que reclaman este esfuerzo final que logre frenar la abstención y el auge de Vox y les permita llegar a 35 procuradores, una cifra que parecía un mal resultado hace sólo unos días, pero que ahora los populares darían por buena ya que, según el propio partido, permitiría un gobierno en solitario de Fernández Mañueco.
Génova se prepara ya para una noche electoral menos feliz de lo previsto y lanza mensajes para el caso de que haya un mal resultado, señalando que aunque Mañueco se quede en menos de 35 escaños, sigue habiendo "cambio de ciclo" porque en las últimas autonómicas "ganó el PSOE y ahora el PP volvería a recuperar la primera posición".
