El Consell per la República será la nueva plataforma "diplomática" del separatismo catalán para agudizar su campaña antiespañola fuera de Cataluña. Según ha explicado el prófugo Carles Puigdemont este miércoles, a través de dicho consejo se constituirá una suerte de "ministerio de Exteriores" cuya función será la de complementar y ampliar la acción de la consejería de Acción Exterior, en la actualidad en manos de Junts per Catalunya (JxCat).
El propósito es tejer una red diplomática compuesta por elementos de la sociedad civil que se comprometan a explicar por el mundo la versión del separatismo sin pasar por las embajadas o los foros estrictamente diplomáticos. "Donde no llegue la Generalidad llegará el Consell sin miedo y sin limites, sin que pueda ser fiscalizado por los tribunales, por los fiscales o por los partidos de la oposición", ha manifestado Puigdemont. Es decir, que dispondrá de un elemento al margen de cualquier control cuyo objetivo será intensificar las campañas hispanófobas del separatismo.
Uno de los aspectos más sustantivos de la última iniciativa de Puigdemont es que se lleva a cabo en coordinación con la consejería de Acción Exterior, que dirige Victòria Alsina. Precisamente la consejera ha destacado este mismo miércoles que hay asuntos que es mejor que se lleven a cabo al margen de la administración para evitar a los tribunales, entre ellos y muy especialmente el de Cuentas.
Puigdemont está convencido de que un éxito de esta red "diplomática" paralela contribuirá a su regreso a España, aunque ha vuelto a subrayar que no quieren "atajos" ni "soluciones personales", sino una vuelta por todo lo alto a lomos de una "victoria de los derechos fundamentales, no de las necesidades del Gobierno de turno".