Sacando su lado más victimista, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido ante el Congreso para explicar las conclusiones del Consejo Europeo, el volantazo del Sáhara y las medidas aprobadas este martes por el Consejo de Ministros y que tardarán varias semanas en ser convalidadas en el Congreso.
"Una pandemia, un volcán, incendios, tormentas de nieve y hasta una tormenta de arena subsahariana han sucedido en estos dos años. Ahora hasta una guerra en el suelo europeo ¿Qué más tiene que ocurrir para que respondamos unidos?", ha afirmado Sánchez
mezclando mezclando en varias ocasiones el covid, La Palma, Filomena y Ucrania.
El Gobierno quiere que el PP respalde las medidas pese a que no incluyen nuevas reducciones de la presión fiscal. "Baja impuestos donde se tiene que bajar impuestos, en el precio de la luz", ha añadido Sánchez antes de prometer que será "más duro" con los "beneficios caídos del cielo" de las eléctricas, creyendo que no lo van a repercutir en la factura.
Sánchez ha reconocido que el dato de la inflación, conocido hoy y que se dispara hasta el 9,8%, se trata de "un mal dato" que, a juicio del presidente del Gobierno, "se explica por el desbocado precio de la energía". Un precio que espera bajar en tres semanas, cuando Bruselas espera que le dé el visto bueno a su propuesta de topar el precio de gas. Al día siguiente, saldrá publicado en el BOE y el descenso será automático.
Sánchez se atribuye la carta a Mohammed VI
Tras casi una hora de discurso, Sánchez ha empezado a hablar de su volantazo en el Sáhara. Lo ha hecho utilizando la persona persona y atribuyéndose en exclusiva la carta al autócrata marroquí que, según el presidente, está "basada en la transparencia".
"La decisión la he tomado con plena voluntad de dar un paso hacia adelante", ha añadido Sánchez antes de pedir comprensión: "Los gobiernos de diverso signo han entendido siempre su complejidad y yo lo que les pido es dar un paso hacia adelante". El presidente del Gobierno ha asegurado que la política exterior se basa en dos principios como "una política de Estado" y la de "defender los intereses de España".
"¿Por qué ahora? Porque ahora se ha abierto una ventana de oportunidad", se ha preguntado y respondido a sí mismo Sánchez. El jefe del Ejecutivo ha negado que se "trate de un giro con Marruecos" y ha asegurado que desde 14 años, España ha saludado la solución de la autonomía del Sáhara como la más viable.
Ingeniudad europea
Sánchez ha llegado a criticar la pasada "ingenuidad europea" de creer que ya no habría guerras en el viejo continente, para justificar un aumento del gasto militar, en línea con lo que piden los aliados de la OTAN. " Estamos ante una realidad estratégica más peligrosa", ha añadido como "conclusiones de esta guerra".
"El objetivo es alcanzar el 2% durante los próximos años. No es un aumento súbito pero sí progresivo", ha reconocido Sánchez quien ha elogiado la próxima cumbre de la OTAN, en la que él será el anfitrión, como decisiva. "Es un consenso unánime del 100% de nuestros socios que tenemos que elevar al 2%" del PIB el presupuesto de Defensa".
Unas palabras que no habrán gustado a sus socios de Gobierno que ya han exhibido en varias ocasiones sus diferencias con respeto al aumento del gasto militar. Sánchez ha hecho una encendida defensa del "patriotismo europeo" llegando a recordar cuando él tenía 15 años y España entró en Unión Europea.
"Como español tengo que dar las gracias los gobiernos a los distintos gobiernos de diferentes signo que hicieron posible la pertenencia a la UE. Gracias", ha añadido Sánchez que ha citado a todos sus antecesores, González, Aznar, Zapatero y Rajoy ante algunos abucheos. " Estamos orgullosos de ser europeos", ha añadido.