Las maquinarias demoscópicas están echando humo: tras la llegada de Feijóo a la dirección del PP y la aparentemente pacífica y efectiva resolución de la crisis interna de los populares todos quieren saber cómo ha afectado el desembarco del líder gallego al sentido del voto no sólo del principal partido de la oposición, sino de todos los demás.
Así, en los últimos días no menos de media docena de encuestas han intentado arrojar luz sobre la situación real de las intenciones de voto de los españoles y, si bien es cierto que los resultados varían bastante de unas a otras, sí hay ciertos datos que se repiten y que podrían estar adelantando un cambio profundo en las preferencias del electorado que acabase con una derrota de Pedro Sánchez en las próximas elecciones generales, sean cuando sean.
La derecha, rozando o llegando a la mayoría absoluta
Las primera de estas coincidencias –y una de las más importantes– se ve en la suma de diputados de los dos partidos de derechas, que según casi todos los sondeos o está muy cerca o llega a la mayoría absoluta. Así, sólo el primero de ellos, publicado por El País, situaba la suma de PP y Vox lejos de la mayoría absoluta, aunque tampoco tanto: tendrían 165 escaños, que serían 169 contando con los de Navarra Suma y Ciudadanos.
Tres días después la encuesta que hacía pública Metroscopia mejoraba el resultado de la suma de la derecha hasta situarla por encima de los 180 diputados. También en esta línea, aunque un poco por debajo, estaría el sonndeo de GAD3 publicado el pasado día 9 por ABC, según el cual los de Feijóo y los de Abascal tendrían un mínimo de 175 diputados y un máximo de 181. El mismo 9 de abril la encuesta de Demoscopia y Servicios que se podía leer en OKdiario situaba la suma de Vox y PP en 177 escaños, unos pocos menos pero también suficientes.
Finalmente, esta misma semana dos nuevas encuestas situaban a Feijóo tocando la mayoría absoluta siempre que contase con Vox: la de GESOP para El Periódico de España mostraba una horquilla entre 172 y 177 diputados; la de IMOP-Insights publicada en El Confidencial este miércoles, más optimista para la derecha, elevaba esta cifra hasta los 182 escaños.
El PP sube, Vox baja… o no
La segunda coincidencia de todos los sondeos es que el PP está subiendo. En varios de ellos lo hace de forma poco menos que meteórica, en otros más pausadamente pero en todos es una subida sostenida desde el descalabro propiciado por el estallido de la crisis del espionaje a Díaz Ayuso. La tendencia, que es la información más valiosa que dan las encuestas, la refrenda hasta el siempre poco creíble CIS de Tezanos.
Sí hay divergencias fuertes en cómo sería el reparto de la mayoría absoluta de la derecha: en alguna de las encuestas –como la de GAD3– los de Abascal estarían sólo ligeramente por encima de su resultado en 2019 y ya habrían retrocedido la mayor parte de lo ganado a cuenta de la última crisis del PP. Otras, particularmente la de Demoscopia y Servicios, colocan a ambos partidos en un margen muchísimo más estrecho: 95 diputados los populares y 82 Vox y menos de un dos por ciento de diferencia entre ambos partidos.
En cualquier caso, y eso es una nueva coincidencia, sea mayor, menor o inexistente el retroceso de Vox tras el desembarco de Feijóo en Génova 13, todas la encuestas señalan que la suma del voto de ambos partidos crece desde lo peor de lo crisis.
Ciudadanos se acerca al KO
Una de las razones para este crecimiento del voto de los dos partidos de la derecha es otro de los datos en el que coinciden la mayor parte de los sondeos: Ciudadanos sigue debilitándose y, de hecho, las dos últimas publicadas –GESOP e IMOP-Insights– dejaban al partido de Arrimadas sin representación en el Congreso por primera vez.
Los votos de Ciudadanos se los están repartiendo mayoritariamente PP y Vox, que también empiezan a morder, al menos según algunos sondeos, del voto socialista: 400.000 votantes se habrían pasado de Sánchez a Feijóo según IMOP-Insights, una cifra que se parece mucho a los 358.000 en los que cifra el trasvase Demoscopia y Servicios.
De confirmarse esta capacidad del nuevo líder popular para propiciar que los votantes se cambien de bloque estaríamos ante un auténtico terremoto demoscópico… y, con el tiempo, electoral.
Coincidencias por la izquierda
La mayor parte de los sondeos coincide, con escasas diferencias, en colocar al PSOE en torno al 25% de voto. Además, con la única excepción de GESOP, que además es el que da a los socialistas un porcentaje de voto más alto en el 26,9%, todos sitúan a los socialistas a la baja, en muchos casos después de una subida que se produjo en coincidencia con el inicio la invasión de Ucrania.
Hay otro dato en el que también coinciden la mayor parte, incluso en el caso de los que dan una subida al PSOE: en conjunto, y al revés de lo que pasa con la derecha, el bloque de los dos partidos del Gobierno retrocede. O bien ambos tienen tendencia a la baja o bien si uno sube el otro baja más.
Mientras tanto, ni una encuesta apuesta por que Más País tenga un crecimiento significativo y, en cambio, todos coinciden en situar al partido de Errejón alrededor de un 3% que les daría tres o cuatro diputados, muchos menos de lo que podría suponer repartir ese porcentaje entre PSOE y Unidas Podemos.
Unas tendencias difíciles de romper
A los datos de las encuestas se le podría añadir los resultados que el PSOE está obteniendo en las últimas elecciones regionales celebradas desde hace ya casi dos años, que han sido entre desastrosos y mediocres con la única excepción de las catalanas de 2021.
Y también el panorama político, económico y geoestratégico que analizábamos aquí hace unas semanas y que no hace presagiar que Moncloa encuentre un punto de apoyo desde el que lanzar una remontada cada vez más improbable… y que las encuestas –quizá ni el CIS de Tezanos– van a ser capaces de mostrar.
