El nombramiento de Macarena Olona ha insuflado optimismo a las filas de un PSOE andaluz alicaído. "La mejor de las candidatas posibles", argumentan de cara a sus intereses. Los sondeos que manejan en Ferraz y en la sevillana calle San Vicente muestran que hay un 30% de indecisos, medio millón de andaluces, y que en su mayoría son de tendencia "progresista".
Estos 500.000 andaluces podrían abstenerse ante una previsible victoria de Juanma Moreno en solitario pero, en cambio, saldrían a la calle si ven que Macarena Olona, con un perfil más "duro", tiene posibilidades de convertirse en la vicepresidenta de la Junta.
Los socialistas celebran que la personalidad de Olona, buscando titulares, vaya a "opacar" a Juanma Moreno, su gran rival. En el PSOE ya se preparan para una campaña "polarizada" y en la que la candidata de Vox se convierta en la figura central.
¿Puede haber efecto Olona?, se preguntan muchos. Según las encuestas del PSOE, la diferencia entre la diputada de Vox y otro candidato desconocido sería de 2 diputados, alcanzando, como mucho, un techo de 20 escaños. Sin embargo, matizan, otro cabeza de cartel más anónimo no movilizaría tanto a la izquierda como Olona.
En el PSOE saben que son conscientes de la dificultad de sumar debido a la fragmentación que hay a su izquierda, pero, tras el nombramiento de Olona, se ven con posibilidades de ser la primera fuerza o empatar con el PP.
¿Dejar que gobierne la lista más votada?
Una de las cuestiones que sobrevuela es su posible abstención para evitar un Gobierno de Moreno-Olona. Juan Espadas, no hace muchos días, se había mostrado favorable a que gobernase la lista más votada pero ahora, desde su entorno, matizan que el nuevo líder del socialismo andaluz ha cambiado tras ver "el entusiasmo" que Moreno Bonilla ha mostrado ante la investidura de Alfonso Fernández Mañueco. "Esperábamos otra reacción ante Castilla y León", lamentan antes de advertir que endurecerán su postura y que su "posición" será otra.
Espadas esgrimirá a favor su pasado al frente del Ayuntamiento de Sevilla, donde fue capaz de cerrar varios presupuestos en unas ocasiones con Podemos, otras Ciudadanos y en una ocasión hasta con el PP. Su capacidad para "alcanzar acuerdos" primará sobre su gobierno, que prometen será en "solitario", para "retar" a Juanma Moreno a que se comprometa a lo mismo.
No habrá mucha presencia de Sánchez
Los socialistas ya están confeccionando los detalles de la campaña de junio. Comenzará en la Andalucía Oriental, previsiblemente en Málaga o Granada, como contrapunto a un Juan Espadas que tiene un perfil muy sevillano, ya que fue regidor de la capital hispalense hasta el pasado mes de diciembre.
Pese a que las mascarillas ya se han dejado de lado, sólo habrá un par de grandes formatos. El PSOE andaluz apostará por mítines más pequeños y de proximidad. Tampoco se esperan muchos actos del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya que no se quiere hacer una confrontación entre Feijóo y Sánchez. La "agenda andaluza" primará sobre la nacional.
Una nueva dirección
En el PSOE andaluz confían es que sus paisanos ya hayan pasado página del "viejo PSOE", con escándalos como los EREs o Faffe, y lo fían a tres pilares: "un equipo nuevo, proyecto nuevo e ideas nuevas", que se concretarán cuando se conozca el programa electoral de Espadas.
Un ejemplo, matizan, son las listas donde habrá un 70% de renovación. De las ocho provincias andaluzas, sólo los jienense tendrán la misma cabeza de cartel. Del "susanismo", sólo repetirá Verónica Pérez, más conocida por erigirse como la "máxima autoridad" ante las puertas de Ferraz el día del comité Federal que destituyó a Pedro Sánchez.
"Tendrá que trabajárselo", matizan fuentes conocedoras de la confección de las listas que argumentan que irá de número seis por Sevilla y destacan que ha hecho un gran trabajo en la transición entre ambos secretarios generales del PSOE andaluz.