Sola ante el peligro. Así ha dejado el Gobierno a su portavoz, Isabel Rodríguez, en la sala de prensa de La Moncloa, cuando lo habitual es que la flanqueen otros dos ministros. Nadie ha querido acompañarla cuando lo normal es que haya tensiones en el seno del Ejecutivo por salir ante los medios tras el Consejo de Ministros.
El Gobierno empieza a desvelar su estrategia y situar como cortafuegos a la directora del CNI, Paz Esteban, tras el escándalo por el espionaje a Pedro Sánchez. La portavoz, ante las preguntas sobre una posible dimisión de la responsable de la Inteligencia Española, pedía "no hablar de futuribles" y recordaba que "cada momento tiene su afán. Estamos en la fase de aclarar qué ha sucedido, a quién le ha sucedido".
La titular del CNI, y mano derecha de Margarita Robles, comparecerá este jueves ante la comisión de Secretos Oficiales del Congreso de los Diputados, tras un trabajo a contrarreloj del Ejecutivo por incluir esta misma semana su comparecencia.
En La Moncloa verán si sus explicaciones, a puerta cerrada, son suficientes para calmar a los socios del Gobierno, cada día más indignados con Sánchez. El problema: el nuevo frente abierto ahora por La Moncloa aireando el espionaje y el robo de información del terminal del presidente del Gobierno.
Un móvil que se revisa "por remoto"
"El Gobierno ha hecho lo que tenía que hacer y lo que se espera de un Estado democrático", defendía Isabel Rodríguez tras la polémica por denunciar que el móvil de Sánchez tuvo el sistema Pegasus en mayo de 2021. La Moncloa defiende su "transparencia" con "una investigación interna, colaboración con la justicia". Incluso fiaba más datos a la "comparecencia de la ministra de Defensa", este miércoles en el Congreso.
"Mientras otros martilleaban ordenadores, nosotros nos ponemos en disposición de la justicia porque no tenemos nada que ocultar", añadía la portavoz en un gesto de desesperación, tratando de equiparar el caso Gürtel con el espionaje Pegasus a varios miembros del Gobierno, socavando así la seguridad nacional.
En La Moncloa se justifican ahora en la tardanza a la hora de detectar el espionaje a Sánchez, un año, asegurando que se le hacen controles "periódicos" pero "por remoto". También que cada vez hay en el mercado nuevos sistemas de detección, más eficaces que los anteriores.
El futurible de quién ha sido
En el Gobierno tampoco entran a valorar quién puede estar detrás del espionaje, aunque cada vez más voces apuntan a Marruecos. Isabel Rodríguez volvía a sacar el mantra de "el futurible de quién hubiera sido", para evitar responder pero, al igual que cuando se refería a la directora del CNI, una sombra sobrevolaba la desértica mesa de la sala de prensa de La Moncloa.