Vox sale a por todas en Andalucía. El partido es consciente de que somete a examen su trayectoria de los últimos tres años, a la vez que sienta las bases sobre un futuro gobierno a nivel nacional. Se trata de una plaza difícil de torear por tener enfrente a un candidato, Juanma Moreno, bien valorado entre los andaluces por su gestión pero confían plenamente en que el empuje de Macarena Olona les sitúa en disposición de disputarle la presidencia de la Junta.
"El Macarenazo se viene", ha resumido brevemente el vicepresidente político de Vox, Jorge Buxadé, sobre las expectativas de voto del partido en esta comunidad. A diferencia de lo que han venido haciendo en todas las convocatorias electorales de rebajar expectativas para evitar el sabor amargo que dejaron los 24 diputados en las generales de abril de 2019, en esta ocasión se ven tan fuertes que han optado por engordarlas.
"Vox tiene el mejor candidato, el mejor equipo y el mejor programa", ha presumido Buxadé después de mostrar su "plena confianza" en Olona y su tirón electoral, al igual que hacía poco antes el portavoz parlamentario del partido, Iván Espinosa de los Monteros, tras un desayuno informativo en el que ha dicho que "tienen la enorme confianza en que Macarena Olona va a tener un resultado fantástico y muy superior al de cualquier encuesta", despreciando los sondeos que hablan de una victoria del PP.
El vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo, defendía en el acto organizado por Nueva Economía Fórum que a "Olona se le está poniendo cara de presidenta", como hizo el presidente de Vox, Santiago Abascal, cuando anunció la candidatura de Olona parafraseándose a sí mismo cuando dijo de García-Gallardo que "se le estaba poniendo cara de vicepresidente" la misma noche electoral.
Feijóo y la "nacionalidad catalana"
Buxadé ha defendido que Andalucía "será un paso más en el camino para que Santiago Abascal sea presidente de España", confirmando la trascendencia de unos comicios que pueden suponer un punto de inflexión en el panorama político si se repite la tendencia iniciada en Castilla y León con un gobierno de coalición de PP y Vox.
Con ese objetivo, el partido ha evitado en todo momento la confrontación directa con Alberto Núñez Feijóo desde su nombramiento como presidente del PP. Esta misma mañana, al ser preguntado por los medios sobre sus declaraciones en Barcelona hablando de la "nacionalidad catalana", Buxadé ha dicho "confiar" en que "sea un lapsus" porque es necesario que forme parte de la "alternativa" al Gobierno de Pedro Sánchez.
El vicepresidente político ha dicho que cuando se viaja a la ciudad condal, a veces, "se dicen cosas extrañas", defendiendo la necesidad de mantener el mismo discurso en Cataluña que en Andalucía o el País Vasco, sin entrar en mayores críticas al respecto.