
En el Gobierno asumen que "no está siendo fácil" la destitución de la hasta ahora máxima responsable del CNI, Paz Esteban. De ahí, la errática rueda de prensa de la ministra de Defensa, Margarita Robles, incapaz de explicar por qué despedían a la directora del Centro Nacional de Inteligencia.
Lo que muchos ya asumen en privado es que la destitución "tiene otras connotaciones" y que es "un argumento que no hace falta verbalizar". En el Gobierno parecen jugar al tabú, conscientes que "hay afirmaciones que hay que cuidar", aunque no explican a quién no quieren irritar. En lo que hay unanimidad es en advertir que seguirán siendo precavidos a la hora de valorar este despido.
Tranquilizar a los separatistas
Los ministros empiezan a respiran aliviados, tras unos días de enorme tensión, y afirman que ahora "están tranquilos". Creen que lo peor ya ha pasado y que la inminente reunión entre Pere Aragonés y Pedro Sánchez, que todavía no tiene fecha, acabará por encarrilar la situación. "Eso y secretos oficiales", donde se espera que se les siga dando explicaciones sobre el espionaje a varios líderes separatistas.
El Gobierno se muestra partidario de aceptar otra de las peticiones de ERC: desclasificar determinados documentos sobre el espionaje con Pegasus. El Ejecutivo trabaja a contrarreloj para solucionar esta crisis antes de la comparecencia de Pedro Sánchez en el Congreso, prevista para la semana del 24 de mayo.
Bolaños se desvincula
Queda por ver la respuesta de los de Gabriel Rufián que en las últimas horas ya han rebajado el tono aunque algunos separatistas, como el senador Josep Lluis Cleries, de Junts, ya han advertido que la destitución de Esteban es "un gesto a la galería".
El portavoz del partido de Carles Puigdemont se lo decía al ministro de Presidencia, Félix Bolaños, en la sesión de control al Gobierno en la Cámara Alta. La mano derecha de Pedro Sánchez, que también sale tocado de este envite, defendía el cese de Esteban: "Vamos a reforzar las capacidades" y "mejorar los protocolos de seguridad".
En el equipo más próximo a Bolaños no han sentado bien las informaciones que situaban al general Miguel Ángel Ballesteros como el candidato favorito de Presidencia. El entorno del ministro se desvincula ahora de cualquier ambición para controlar el CNI y afirman que "bastante tiene" con su ministerio.
La guerra de la semana pasada entre Defensa y Presidencia se ha saldado con una victoria parcial de Robles, al elevar a su secretaria de Estado a la dirección del CNI. "Es a Defensa a quien le corresponde nombrar al jefe de inteligencia", matizan en el entorno de Bolaños donde recalcan que Ballesteros tampoco ambicionó con pasar más allá del Departamento de Seguridad Nacional.