"Desvirtuar", "pervertir", "se han empeñado en desnortar el objetivo de la ley", son sólo algunos de los adjetivos que los socios del PSOE le han dedicado en la Comisión de Igualdad antes de que los socialistas rectificasen y retirasen la enmienda que habían registrado para abolir la prostitución.
La propuesta, según fuentes del PSOE, contaba con la abstención del PP, algo que la portavoz en la comisión popular en la Comisión de Igualdad, María del Carmen González, no ha desmentido.
Que saliese adelante esta enmienda era algo irritaba a los partidos que se definen como "regulacionistas", como Bildu y ERC, que advertían de que, si se aprobaba y se incluía en el borrador final, votarían en contra de la ley del "sí es sí" la próxima semana cuando llegue al pleno del Congreso de los Diputados. Todos asumían que sin el apoyo de los socios de Sánchez, la norma sería tumbada en la votación final en la Cámara Baja.
"Campos de concentración en las carreteras"
Fuentes socialistas explican que han retirado la enmienda "ante la irresponsabilidad del resto de grupos de la cámara que han amenazado con votar en contra de la ley contra la violencia sexual si se mantenía la enmienda". "El PSOE ha sufrido acusaciones de todo tipo", lamentaba la portavoz socialista en la Comisión, Laura Berja, al anunciar la retirada de la enmienda.
La diputada del PSOE llegaba a afirmar que "hay campos de concentración de mujeres en las carreteras españolas" y que el PSOE "no mirará para otro lado: abolir la prostitución es para nuestro partido irrenunciable".
Montero preocupada
El cambio del PSOE llega tras una mañana intensa en la que la ministra de Igualdad no dudaba en mostrar su rechazo a la actitud de sus socios. "Estoy preocupada", reconocía Irene Montero en los pasillos del Congreso. "Vamos a hablar con el PSOE que es de quién depende de esta posibilidad de que esa ley no esté en peligro", añadía reconociendo que la norma podría ser tumbada en el Congreso al irritar a sus socios.
Algo en lo que coincidía con la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, tras semanas de desencuentros entre ambas. "Lo importante es que salga la ley", alertaba la ministra de Trabajo.
Podemos dividido
La enmienda dividía a Podemos. Por un lado, los "comunes" estaban en contra de la abolición. El sector de Irene Montero , aunque se define como "abolicionista", creía que no es el momento, que la enmienda invadía una ley que no es del PSOE, que va contra las mujeres que ejercen la prostitución y que una medida de tanto calado debería incluirse en una ley de trata de blancas.
En cambio, los socialistas instan a Montero a buscar respaldo a su ley, igual que ellos han negociado apoyos para su enmienda. "Nosotros somos abolicionistas, si ella es regulacionista que lo diga", retan desde Ferraz mientras lamentan que se ponga "el foco en el PSOE".
Calvo contra Montero
En la guerra entre los dos partidos del Gobierno irrumpía la exvicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, erigida, una vez más, en el pope del feminismo clásico y en enemiga de Irene Montero. "Aquí que está el poder legislativo deberíamos aprobar la oportunidad para ir rápido", afirmaba mientras defendía que se incluyese esa enmienda en esta norma porque "es una ley de libertad sexual y de consentimiento, las mujeres prostituidas son pobres, margidas, ellas no están ni con libertad ni con consentimiento".
Los socialistas defienden que es urgente incluir la abolición de la prostitución, pese a que no estaba en el pacto de Gobierno, ya que fue un compromiso de Pedro Sánchez durante el último congreso del PSOE, celebrado el pasado mes de octubre en Valencia.
Rebajar el IVA de los productos de higiene menstrual
Una de cal y otra de arena. Mientras trataban de incluir enmiendas en contra de Podemos, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, salía este miércoles a prometer que los próximos Presupuestos Generales del Estado incluirán una rebaja del IVA a los productos de higiene menstrual, tal y como exigía Igualdad.
"Si lo abordamos en el proyecto de Presupuestos, esto se aprobará antes", afirmaba antes de añadir que la ley del aborto, donde Igualdad quería incluir la rebaja, va en primera vuelta. Lo que supone que tiene que aprobarse de nuevo por el Gobierno antes de remitirse al Congreso.