Santiago Abascal ha puesto en duda las justificaciones dadas por Pedro Sánchez sobre el espionaje con Pegasus recordando que el presidente "carece de toda credibilidad" a la vista de su historial de "mentiras". "Es una mentira con patas", le ha espetado acusándole de dedicarse únicamente a sembrar "odio y agresividad" al carecer de cualquier tipo de "escrúpulos", insistiendo en denominarle "autócrata".
Término que Sánchez pidió retirar del Diario de Sesiones cuando el líder de Vox lo empleó hace semanas por primera vez y que ha motivado este jueves la queja del portavoz parlamentario del PSOE, Héctor Gómez, que ha pedido tomar la palabra desde su escaño muy exaltado para reprochar a Abascal que "insulte" no sólo al Gobierno sino a los españoles.
El espionaje de Sánchez
En su intervención en el Pleno del Congreso, el líder de Vox ha cuestionado la existencia del espionaje, sin descartado por completo al señalar que Sánchez "es capaz de haber espiado a su propio Gobierno" después de que se conociera que entre las supuestas víctimas de las escuchas estaban los ministros de Defensa e Interior, Margarita Robles y Fernando Grande-Marlaska.
Abascal ha evitado valorar el anuncio hecho por el presidente sobre los cambios que se avecinan en el CNI y la Ley de Secretos Oficiales pero ha puesto en duda el cese de la directora de los servicios de inteligencia, Paz Esteban, que ha atribuido a un pago del Gobierno a los separatistas para intentar aplacar su malestar por el espionaje con el objetivo de retener su apoyo para salvar la legislatura.
"De ustedes solo podemos esperar la voladura del Estado", ha criticado con dureza Abascal que ha advertido que "España no va a ser el juguete roto" del Gobierno. Después de exponer el "desprestigio a las instituciones", la voladura de los "contrapoderes democráticos" o los ataques al España llevados a cabo por el Ejecutivo, se ha dirigido al PP para reclamarle no darle "balones de oxígeno" pactando el CGPJ.
Duros mensajes al PP
El líder de Vox ha reservado gran parte de su discurso a apelar al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, para configurar una "oposición fuerte". "Menos lecciones de lealtad de Estado", le ha reclamado después de exigir que no se produzca ningún tipo de "colaboracionismo" con este Gobierno y de lamentar "haberse quedado más solos de los que les gustaría" a la hora de denunciar sus "tropelías".
Es la primera vez que Abascal dirige críticas tan duras hacia Feijóo hasta el que ahora había tendido siempre la mano y se produce en plena precampaña de las elecciones andaluzas. Después de definir al PP como la "derechita incauta" en sustitución a la expresión "derechita cobarde" que empleaba cuando al frente del partido estaba Pablo Casado, le ha pedido no pactar nada con los socialistas a la vista de sus decisiones.