El PSOE cambia de estrategia. Si en las elecciones de Castilla y León optaron por ignorar al candidato de Vox, Juan García Gallardo, en los comicios de Andalucía apuestan por focalizar sus críticas en el binomio Moreno-Olona para tratar de desgastar la imagen de moderado del presidente de la Junta de Andalucía.
Los socialistas ven cómo el PP se distancia y, según varias encuestas privadas, podría sumar más que toda la izquierda junta. Hasta en La Moncloa, tal y como se recogía en el papel que Yolanda Díaz exhibió en un descuido tras el Consejo de Ministros, advierten de "una izquierda desmovilizada" y un "efecto Feijóo".
Para tratar de contener el crecimiento de Moreno Bonilla, los socialistas ya están convirtiendo a Macarena Olona en el eje de su campaña. La idea es tratar de movilizar a los votantes socialistas, donde medio millón siguen en la abstención, y frenar el crecimiento del PP, aunque sea a costa de impulsar a Vox. En Ferraz y en San Vicente se han marcado un doble objetivo, evitar caer por debajo de los 33 escaños que sacó Susana Díaz, y que los populares no saquen más que toda la izquierda junta.
Volver al "miedo a Vox"
La estrategia pasa por volver al "miedo a Vox", pese a que hace unas semanas advertían en privado de que éste ya no funcionaba. "Hay que explicarle las consecuencias que tendría pactar con Vox", explican ahora algunos cargos. A falta del comienzo oficial de la campaña de Espadas, que será este jueves en Jaén y el fin de semana en Almería, el PSOE ya centra sus ataques a Moreno, pasando por Olona.
Este pasado lunes, el portavoz de la Ejecutiva, Felipe Sicilia, llegaba a relacionar los últimos asesinatos de mujeres a manos de sus parejas, tres de ellas en Andalucía, para preguntarle a Moreno Bonilla si estaría dispuesto a tener "como vicepresidenta de la Junta" a una persona "que niega la violencia machista". "¿No le parecen suficiente tres mujeres muertas por violencia machista para plantarse ante Vox?", afirmaba el diputado jienense en un discurso hiperbólico.
Al día siguiente, el candidato del PSOE-A, Juan Espadas, retaba a Moreno a ir a una notaria para firmar que no va a pactar "con la ultraderecha". "Ni lo hace ni lo va a hacer porque no está dispuesto a renunciar", añadía el exalcalde de Sevilla quien ahora pregunta en sus mítines la siguiente cuestión: "hay un candidato que suma con la ultraderecha y otro que le para los pies", preguntándose que "¿a cuál vais a elegir?". La respuesta, en menos de 18 días.