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Sánchez lleva al Congreso un pacto de Estado para aislar a Vox y forzará al PP a votarlo

El PSOE sigue mostrando las ganas que tiene de ilegalizar a Vox. Su último paso lo tacha de "extrema derecha" e insinúa un supuesto respaldo "nazi".

El PSOE sigue mostrando las ganas que tiene de ilegalizar a Vox. Su último paso lo tacha de "extrema derecha" e insinúa un supuesto respaldo "nazi".
Abascal pasa ante Sánchez en el Congreso de los Diputados. | EFE

El PSOE va a más en su cordón sanitario a Vox. Lo quiere oficializado y bajo forma de pacto de Estado. Lo quiere votado en el Congreso y por el PP. Lo quiere antes de las elecciones andaluzas para evitar lo que se presume como una debacle de la izquierda. Pero, sobre todo, lo quiere también antes de las generales porque teme el auge de la derecha en España.

El PSOE sigue mostrando las ganas que tiene de ilegalizar a Vox. Su último paso lo tacha de "extrema derecha", insinúa un supuesto respaldo "nazi", asegura que apoya a Putin, y lo tacha de no respetar "la arquitectura constitucional", de lanzar "discursos de odio" y de "amenazar a la democracia". Todo ello, en un documento en el que exige "aislar" a la formación de Santiago Abascal. Y de hacerlo como un compromiso firme e inquebrantable por todo el arco parlamentario. El notario que pedía Juan Espadas se les ha quedado corto.

El documento con estas afirmaciones ha sido registrado ya en el Congreso de los Diputados por parte del Grupo Socialista. Y busca que el PP tenga que decir si lo respalda o lo rechaza.

El texto afirma que, "durante el mes de abril de 2022", se ha asistido "a las elecciones francesas, unas elecciones marcadas por el auge de la extrema derecha. El resultado arroja varias conclusiones", señala.

La primera "es la consolidación del partido de ultraderecha liderado por Marine Le Pen, Agrupación Nacional, como alternativa al presidente Macron".

La segunda "es el ejercicio de responsabilidad política aplicado por la mayoría de las fuerzas políticas, extendiendo un cordón sanitario frente a la amenaza que representa el ultranacionalismo para su sistema democrático".

El PSOE prosigue y llega a comparar a Vox con partidos nazis: "El mismo domingo de la primera vuelta, la mayoría del arco parlamentario, pidió el voto para el presidente Macron, con el objetivo de proteger y preservar las ideas y valores de la República francesa. Otro ejemplo fue el ejercicio de responsabilidad política cometido por la anterior canciller de Alemania, Angela Merkel. Todos recordamos aquella rueda de prensa conjunta con el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, en Pretoria", señala el texto. Y añade: "Aquel día, la canciller alemana, presidenta de Alemania y de la CDU —partido democristiano alemán y partido homologable al PP— cambió el orden previsto de la rueda de prensa para lanzar un mensaje a su nación". Merkel "quiso transmitir al pueblo alemán el 'imperdonable' error que se había cometido eligiendo un presidente liberal en la región de Turingia con los votos de la coalición formada por liberales y democristianos y la extrema derecha", añade el texto de los socialistas.

Merkel terminó la comparecencia con estas palabras: "Fue un mal día para la democracia, fue un día que rompió con los valores y condiciones de la CDU y ahora debe hacerse todo lo posible para dejar claro que esto es ningún modo puede ser conciliable con lo que piensa y hace la CDU", señala el documento del partido de Pedro Sánchez.

Días más tarde, Merkel "terminaría por retirar el apoyo de la CDU aquella coalición y permitiendo que gobernase la izquierda en Turingia", señalan los socialistas en claro paralelismo con lo que pretenden en Andalucía. Pero los socialistas no se conforman con esas comparativas y ponen en paralelo a Vox y partidos nazi: "En su retina [de Merkel], al igual que en la de muchos alemanes, tienen muy presente la falta de condena o, incluso, en muchos casos, la defensa del régimen nazi por parte de la extrema derecha que tanto avergonzó al pueblo alemán".

Los socialistas aluden en ese momento a una reunión de Vox: "El pasado febrero tuvo lugar en Madrid la reunión de la internacional de extrema derecha europea, donde Vox ejerció de anfitrión para los principales líderes europeos". Allí "asistieron 14 líderes, entre ellos estaban Marine Le Pen, Mateusz Morawiecki y Vicktor Orbán. Todos ellos hasta hace bien poco rendían homenaje, cuando no alabanzas, al presidente ruso, Vladimir Putin".

Tras esa equiparación, el mismo partido que mantiene alianzas estables con los proetarras, separatistas, comunistas y golpistas afirma que "en España acabamos de asistir a la formación del primer Gobierno de coalición entre la derecha y la extrema derecha en el ejecutivo autonómico de Castilla y León. Después de 40 años de democracia del fin del régimen del dictador Franco, el Partido Popular ha abierto las puertas a Vox. Muy lejos, incluso, en las antípodas de los tradicionales partidos conservadores europeos, el nuevo PP de Alberto Núñez Feijóo, ha sido el primer partido europeo que ha situado a la ultraderecha en las instituciones de gobierno".

Por ello, y "a modo de conclusión" el PSOE asegura que "existen varias formas de abordar la relación con partidos políticos que no respetan la arquitectura constitucional, amenazan la democracia, vierten discursos de odio y no respetan la pluralidad política: rechazarlos de forma absoluta y aislarlos basándose en su forma de hacer política o competir con ellos, adoptar su discurso y asumir sus propuestas".

Y, por ello, pide que todos los partidos reafirmen desde el Congreso "su compromiso con el fortalecimiento de la democracia" e instas a "las distintas formaciones políticas a no aceptar acuerdos y pactos de gobierno con los partidos de extrema derecha que no respetan el ordenamiento y configuración constitucional para proteger nuestro Estado social y democrático de derecho".

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