Ni el Banco de España o los informes de agencias como Moodys. El Gobierno maneja otras previsiones y cree que la inflación, que en mayo fue del 8,7%, se controlará a partir del segundo semestre. En el Ejecutivo están convencidos que el actual alza de precios es una cosa puntual y que, para finales de año, ya estará dominada.
La Moncloa, que bautizó el 2022 como el año de la recuperación, espera que después del verano será cuando se empiece a percibir una mejora de la situación económica. En el entorno de Pedro Sánchez señalan que, tras el parón estival, también comenzarán a ser visible el resultado del dinero invertidos en los los once PERTES ya aprobados.
Una sensación similar recorre el PSOE donde restan importancia a los malos augurios económicos y prefieren centrarse en las cifras del paro. En Ferraz entienden que los datos del desempleo continuarán bajando, algo que atribuyen casi en exclusiva a la reforma laboral del Ejecutivo, y que la percepción de un aumento de los contratos fijos les beneficiará. Los socialistas pondrán el acento en la economía durante el 2023 (año donde están previstas autonómicas, municipales y generales) porque asumen que sólo se les echa del Gobierno si la economía va mal.
Unos PGE expansivos
La prueba de fuego para la economía serán los próximos Presupuestos. Hacienda lleva meses con los trabajos preliminares para elaborar las cuentas. Fuentes del ministerio afirman que están barajando el mismo calendario que el año pasado, cuando el Gobierno aprobó el techo de gasto en julio, aunque no descartan ampliar el margen hasta septiembre. Con el actual panorama económico, Hacienda cree que se suspenderán de nuevo las reglas fiscales, lo que les permitirá hacer un Presupuesto expansivo.
En el PSOE deducen que estas cuentas saldrán adelante sin muchos problemas. "No vamos a presentar unos Presupuestos para perderlos", afirman en Ferraz. La idea es volver a repetir los apoyos de los PGE del 2022, que salieron con el respaldo de 188 diputados, lejos de los 176 necesarios. En la cúpula del PSOE entienden que, aunque alguna formación se caiga del acuerdo, tienen un margen amplio de 12 diputados.