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Las feministas denuncian que la ley Trans es una "aberración" que "viola los derechos de las mujeres y de la infancia"

Claman contra la nueva norma impulsada por Irene Montero y desgranan todas las razones por las que consideran que "traiciona a las mujeres".

Claman contra la nueva norma impulsada por Irene Montero y desgranan todas las razones por las que consideran que "traiciona a las mujeres".
Manifestación de la Confluencia Movimiento Feminista en la Puerta del Sol | EFE

La aprobación en segunda vuelta del proyecto de ley Trans ha vuelto a poner en pie de guerra a las asociaciones feministas, que consideran que la nueva normativa es una "aberración", que "traiciona a las mujeres", por cuanto retrocede en derechos que ha costado siglos conquistar.

"Esta ley viola todos los derechos de las mujeres y de la infancia", denuncia en declaraciones a Libertad Digital Sonia Gómez, portavoz de la Confluencia Movimiento Feminista, que advierte de lo "peligroso" que es "que se empiece a hormonar a niñas o que se les anime a ponerse esos sujetadores que les oprimen el pecho y les rompen las costillas. Es una barbaridad", insiste.

En esta misma línea se han manifestado también otras organizaciones, empezando por la Asociación Española de Feministas Socialistas (FeMeS), de la que forman parte algunos excargos de Igualdad en anteriores gobiernos del PSOE. A su juicio, este texto "amenaza a menores, expone a las mujeres y aterroriza a madres, padres y profesionales".

De la misma forma, desde la Alianza contra el Borrado de las Mujeres acusan al Ejecutivo de "haber cedido a las presiones de colectivos minoritarios", con una ley "temeraria", que "pulveriza el significado de la palabra mujeres" y "destroza" sus derechos.

La autodeterminación, "un fraude de ley"

El origen de este rechazo frontal radica en la libre autodeterminación de género sin ningún requisito previo. "Cualquier hombre, sin ningún tipo de cambio físico, sin necesidad de cambiar de nombre y sin ningún tipo de informe médico puede ir al registro y decir que se siente una mujer", lamenta Sonia Gómez.

La portavoz de la Confluencia Movimiento Feminista cree que esto no tiene ni pies ni cabeza, ni tampoco precedente alguno. "Yo no me puedo autodeterminar española sin nacer en España o tramitar una nacionalidad, ni me puedo autodeterminar joven o persona con discapacidad y pasar a tener sus mismos derechos". Precisamente por eso, el colectivo denuncia que el nuevo texto "permite el fraude de ley y lo avala".

Hombres en vestuarios y cárceles de mujeres

En la práctica, las feministas advierten, además, de que esto supondrá que cualquier hombre podrá "ocupar cupos de mujeres en las listas cremallera, entrar en todos los baños y vestuarios de niñas y mujeres libremente u ocupar plazas en las casas de acogida… En definitiva, puede entrar en absolutamente todos nuestros espacios protegidos y en esos cupos que tantas décadas nos ha costado conseguir".

Dentro de esos espacios protegidos, a las feministas les preocupan especialmente las cárceles de mujeres, ya que, al no haber ningún requisito, "cualquier violador o maltratador puede autodeterminarse mujer y entrar en una prisión de mujeres, poniendo en riesgo absoluto a todas las mujeres que están encarceladas".

El "maltrato infantil"

Más si cabe les preocupa lo relativo a los menores, que podrán cambiar de género desde los 14 años —12 con autorización judicial—: "Es absolutamente grave y puede constituir maltrato infantil". Desde la Confluencia Movimiento Feminista insisten en la confusión que parece haberse adueñado de este debate. "Que un niño juegue con muñecas no lo convierte en una niña. Que una niña juegue al futbol no la convierte en un niño. Y esos son los patrones que se están tomando para diagnosticar a las personas trans: que no cumplan los roles de género. ¿Dónde está aquí la igualdad?", se pregunta su portavoz.

Para Gómez es simplemente absurdo que haya quien defienda que incluso un niño de 3 años pueda definirse del sexo contrario, cuando los niños "no tienen esa conciencia" y la fantasía en el mundo infantil forma parte de su desarrollo: "Si se declaran Superman… ¿les dejamos que se pongan una capa y se lancen por la ventana?".

Por otro lado, las feministas muestran su preocupación por el hecho de que se pueda acabar hormonando a los menores y recuerda que son varios los países de nuestro entorno, "como Suecia, Reino Unido o Finlandia, que han aprobado leyes trans hace años y que ahora están retrocediendo y han prohibido la hormonación infantil por los gravísimos efectos secundarios que trae consigo".

Según explica a LD, en muchos casos se ha permitido a los niños hacerse una doble mastectomía, "un tratamiento absolutamente irreversible y que también afecta al desarrollo del cerebro y de los huesos de niños y adolescentes", algo que, a su juicio, "es una aberración en sí misma". Prueba de ello, defiende Gómez, es el caso de Keyra Bell, una chica trans arrepentida, que ha ganado la batalla judicial al Servicio Nacional de Salud británico porque a los 16 años le permitieron hacer una doble mastectomía "cuando no tenía la madurez suficiente para tomar una decisión semejante".

Patologías sin tratamiento

Otra de las polémicas reside en la despatologización de las personas trans, que dejarán de considerarse enfermas. A pesar de que se ha vendido como un gran avance, la Confluencia Movimiento Feminista alerta de la gran tragedia que esto puede suponer para mucha gente: "Si no hay diagnóstico… ¿Qué pasa con las personas que sufren verdaderamente disforia de género? Se quedarán sin tratamiento psicológico y eso es terrible, pero, además, hay otras patologías que quedarán ocultas". En esta línea, la portavoz de este colectivo asegura que "hay estadísticas que hablan de muchas personas del espectro autista que se autodeterminan trans por su confusión y que se quedarían sin tratamiento para su patología".

Además, las feministas hacen hincapié en la incoherencia que se pone de manifiesto con este asunto. "Pretenden despatologizar la cuestión trans, pero que la Seguridad Social les pague los tratamientos médicos. Esto es una contradicción en sí misma", lamenta Gómez, que recuerda que esto es algo que nadie más puede hacer. "Yo no me puedo autodiagnosticar de algo y que me operen. Tiene que haber un comité médico que me diagnostique de cualquier enfermedad y, hasta que no me diagnostiquen un montón de médicos, no puedo acceder a ningún tratamiento".

Ni deporte femenino ni estadísticas de igualdad

Otra de las cuestiones más controvertidas es la repercusión que esta ley tendrá en el deporte, ya que cualquier hombre que se autodetermine mujer podrá participar en competiciones femeninas. "¿Qué mujeres van a acceder al medallero si esto sucede?", se preguntan las feministas que, a pesar de defender la igualdad de derechos, creen que hay cuestiones biológicas que no se pueden obviar. "Todos los récords femeninos de los deportes son mucho más bajos que los masculinos por una cuestión biológica: los hombres son más fuertes, tienen más masa muscular y mayor capacidad torácica, así que se llevarán todas las medallas", vaticina.

Asimismo, las feministas también alertan del impacto que la ley Trans puede tener en las estadísticas. Para empezar, en aquellas que sirven para analizar si la sociedad avanza o no hacia la igualdad real entre hombres y mujeres. "Si los hombres se autodeterminan libremente mujeres... ¿dónde está la brecha salarial?", se pregunta la portavoz de la Confluencia Movimiento Feminista. El ejemplo es bien claro: "Hay hombres que han hecho su carrera como hombres y han logrado ascender precisamente por su condición de hombres, que se autodeterminan mujeres a los 50 años y empiezan a formar parte de las estadísticas de las mujeres. Eso rompe las estadísticas de brecha salarial".

Lo mismo temen que suceda con los índices de criminalidad o con los estudios de enfermedades que normalmente afectan solamente a las mujeres "¿Cómo vamos a sacar conclusiones realistas de nuestra sociedad? -insiste Gómez-. Es absolutamente imposible".

Cuidado con los nuevos delitos de odio

Por último, la Confluencia Movimiento Feminista alerta sobre el impacto que la nueva ley puede tener en la libertad de expresión. "A partir de ahora, si tú dices que las mujeres tenemos vagina o que no tenemos pene o nombras la palabra vulva, pueden sentirse ofendidos y se puede considerar un delito de odio", advierte su portavoz, que recuerda que la nueva ley contempla multas de hasta 150.000 euros: "Si tú tienes delante a una persona con aspecto masculino, barba, vestido de hombre y que se llama Carlos, pero que decide que es ‘ella’ y te equivocas y le llamas ‘él’, puedes ser denunciado".

"Estamos llegando a unos límites de intolerancia que no podemos permitir. Ya no digamos en países en donde ya se está pretendiendo borrar la palabra mujer o la palabra madre y sustituirla por cuerpo gestante. Todo es un delirio que no tiene ni pies ni cabeza", lamenta la portavoz de la Confluencia Movimiento Feminista.

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