A 10 meses de las elecciones autonómicas, el PSOE empieza a diseñar la primera parada del súper año electoral 2023. Tras el fiasco en Andalucía, los socialistas quieren una campaña intensa que podría obligar a salir a algunos de los miembros del Ejecutivo rumbo a los Ayuntamientos. La que ya se sabe desde hace tiempo es la delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González, que será la candidata del PSOE frente a Martínez Almeida (PP) y Rita Maestre (Más Madrid).
Tampoco se descartan salidas de ministros. Se quiere a candidatos "potentes" que ayuden a impulsar a los candidatos autonómicos y evitar que el mapa de las regiones torne en azul. Los socialistas ,en estos momentos, cuentan con nueve gobiernos regionales que esperan mantener (Asturias, Navarra, Aragón, La Rioja, Comunidad Valenciana, Islas Baleares, Castilla la Mancha, Extremadura y Canarias).
Todos los presidentes autonómicos repetirán. El único que estaba en duda, por motivos de salud, era el aragonés Javier Lambán, pero hace semanas que anunció que optaría a la reelección. Tampoco se duda de la continuidad de Emiliano García Page en Castilla la Mancha y del extremeño Guillermo Fernández Vara. Los socialistas se aferran a su carisma para evitar que la suma de la derecha les desaloje.
Se buscan candidatos municipales
En los últimos cuatro años, algunos presidentes recién llegados se han consolidado, es el caso del canario ,Ángel Víctor Torres, y el asturiano , Adrián Barbón, aunque ambos cuentan con un hándicap: un posible efecto municipal que refuerce al PP.
En el caso de Las Palmas de Gran Canaria, ya se ha anunciado que su alcalde, Augusto Hidalgo, no repetirá y que será el candidato al Cabildo. Ahora, los socialistas buscan un regidor de peso para reforzar el ticket con Ángel Víctor Torres. En el PSOE saben que, quien gana la alcaldía de la capital canariona, acaba por ganar las autonómicas. Otra cosa son los pactos. Hasta hace unos años, Coalición Canaria lo tenía más fácil pero ahora, fruto de la multiplicidad de partidos, los socialistas gobiernan el archipiélago con el respaldo de Podemos, Agrupación Socialista La Gomera y Nueva Canaria.
En la ciudad más populosa de Asturias, Gijón, su alcaldesa, Ana González, no cuenta con el beneplácito ciudadano y se teme que su impopularidad se traduzca una ola de descontento local que pueda afectar a la candidatura de Barbón. El problema es que la regidora asturiana, que apenas lleva tres años en el cargo, quiere repetir pese los frentes abiertos incluso con la agrupación municipal del PSOE.
En ese caso de no optar a la reelección, el partido tendría que ofrecerle una retirada digna. Una de las que se barajan es auparla a la Delegación del Gobierno aprovechando que la actual delegada, Delia Losa, será con toda probabilidad la candidata a la alcaldía de Oviedo.
De las grandes ciudades, sólo hay candidato en Sevilla
Los socialistas cuentan con otro problema: no hay candidatos de peso en Barcelona ni en Valencia, donde gobiernan junto a Ada Colau y Joan Ribó. Ambos están a la izquierda del PSOE y durante su último mandato se han erosionado pero ni el PSC, ni el PSPV están rentabilizando su desgaste pese a estar en el gobierno municipal. En Valencia, se busca a un candidato para contrarrestar los problemas del pacto del Botanic, con un Compromís huérfano de liderazgo tras la salida de la imputada Mónica Oltra.
Donde tendrán un nuevo cabeza de cartel es en la ciudad de Sevilla, la urbe más populosa en manos del PSOE. El pasado mes de enero, se produjo el relevo de Juan Espadas a Antonio Muñoz. Durante estos 7 meses, el flamante regidor se ha consolidado y es bien visto en el PSOE.