A un año y medio de las elecciones, cuando todos le empiezan a dar por ahogado, Pedro Sánchez se ha aferrado al salvavidas de la izquierda. "Un golpe de timón progresista", le ha agradecido el portavoz de En Comú Podem, Jaume Asens. La Moncloa ha arriado las velas y ha puesto rumbo a la repetición electoral esperando que el viento a babor le impulse hacia la costa.
En La Moncloa no han ocultado su satisfacción con un discurso "muy trabajado", que llevan preparando desde hace "varias semanas" todos los "departamentos". La arenga de una hora y 20 minutos de Sánchez creen que "da profundidad a la legislatura" y demuestra que "queda mucho por hacer".
El objetivo, tal y como Pedro Sánchez adelantó ante la Ejecutiva al PSOE, era "cohesionar al Gobierno", tras varias semanas de desacuerdos públicos que habían tenido su punto álgido con la oposición de Unidas Podemos a aumentar el gasto en Defensa. Esa parte, creen en la parte noble del Palacio, que se ha cumplido gracias al hachazo fiscal que se ha anunciado contra la banca y las empresas energéticas. "Son medidas que cohesionan al Gobierno", han afirmado desde La Moncloa.
Hachazos contra la banca y las energéticas
La tasa contra los beneficios extraordinarios de las eléctricas, gasistas y petroleras ya se había acordado con Unidas Podemos, sólo faltaban los datos concretos. Más sorpresa, y también alegría, ha causado en las filas moradas el nuevo impuesto a la banca pese al desplome que ha generado en el Ibex35. "Algunos habrán entendido de qué va la medida", han retado en La Moncloa cuando se les ha preguntado por las caídas bursátiles.
En los dos partidos que conforman el Gobierno ya ultiman cómo introducir los dos impuestos. Será mediante una Proposición de Ley que registrarán PSOE y Podemos a partir de septiembre en el Congreso. El Ejecutivo ha escogido esta forma, similar a la que el PSOE ha elegido para "abolir la prostitución" o para modificar la ley para controlar el Constitucional, ya que es más rápida que una aprobación gubernamental, que requiere doble vuelta y pasar por los órganos constitucionales.
En La Moncloa han celebrado el impuesto a la banca porque "en los últimos días están ganando mucho dinero". El propio Sánchez, en su contrarréplica a Abascal, ha sacado una portada del diario Expansión afirmando que el aumento de los tipos de interés estaba aumentando los beneficios de la banca.
A eso se aferran tras varias semanas hablando de "poderes oscuros", "en cenáculos madrileños de señores con puro", relacionándolos con PP y Vox, y de extenderse por "terminales mediáticas". A la oposición, en especial al PP, le han afeado que "salimos sin saber qué va a hacer el PP con los nuevos impuestos".
Podemos, entre la alegría y la expectación
En Podemos están expectantes. "Habrá que ver cómo se concreta", han afirmado frotándose los ojos. Hace sólo unas semanas, Pedro Sánchez se negó a bonificar el abono transporte de Renfe y se conformó con un descuento del 30%. Ahora, desde la tribuna de oradores, el presidente del Gobierno ha aceptado las máximas de la formación morada.
En Unidas Podemos cierran filas con La Moncloa y, tras semanas de desencuentros, reconocen que los anuncios de Sánchez cohesionan al Ejecutivo. "Hoy se empieza a concretar el cambio de rumbo", ha afirmado una exultante Ione Belarra tras conocer las medidas.
Un Sánchez "empático"
En el Gobierno también celebran el tono de Sánchez. "Ha hablado en primera persona con corazón e inteligencia", ha añadido mientras elogian su "empatía" con las "dificultades de la ciudadanía", como cuando reconoció las dificultades que la inflación estaba causando en las familias y añadió que él "se hacía cargo", pese a la falta de autocrítica ya que ha culpado del alza de precios sólo a la "pandemia y a la Guerra de Putin".
La Moncloa han insistido que las medidas económicas y sociales "van dirigidas a la clase media trabajadora". Se trata de un votante que era la base del Gobierno de coalición pero que les está abandonando para ir a la abstención o al PP. "Los populares, con sus políticas de becas como la de Ayuso, sólo benefician al 5% y nosotros a un millón de estudiantes", han afirmado en La Moncloa, donde niegan buscar "rédito electoral".
Tampoco ahorran en críticas al PP de Feijóo. "Cuando alguien saca el terrorismo a relucir es que tiene poco que contar", han replicado desde La Moncloa, pese a que el que introdujo a ETA en el debate fueron Sánchez y Batet, tras afearle a la portavoz del PP, Cuca Gamarra, que pidiese un minuto de silencio en la semana en la que se cumplen 25 años del asesinato de Miguel Ángel Blanco. "Tiene pocos argumentos el PP", han concluido y reprochan a Feijóo de "haber querido rebajar el perfil institucional del debate".
