Con un discurso muy similar al de José Luis Rodríguez Zapatero, cuando llegó la crisis en 2008, Pedro Sánchez ha aprovechado para cargar contra todos aquellos que alertan de la crisis. Si aquel año, el ministro de Economía, Pedro Solbes, llamó "demagogo" y "catastrofista" al portavoz económico del PP, Manuel Pizarro, en esta ocasión Sánchez ha hablado de "curanderos, profetas del desastre y traficantes del miedo".
"Cuando llega una crisis, aparecen siempre los mismos, los traficantes del miedo, los profetas de las catástrofe. Sostienen que todo está mal, que todo se hunde, no analizan los problemas, los distorsionan para mercadear así con sus falsas soluciones", ha añadido Sánchez. El presidente del Gobierno ha atacado duramente al PP a los que ha acusado de vender "diagnósticos de curandero que pretende beneficiarse de la enfermedad y nos dice que la inflación es culpa del Gobierno".
Por contra, él ha defendido "a los médicos especialistas de la economía" que han culpado de la inflación a la "pandemia y a la Guerra de Putin en Ucrania," y se ha excluido él de cualquier tipo de responsabilidad. Sánchez ha asegurado que "sabe que por culpa de la inflación, muchos de nuestros ciudadanos están teniendo que posponer proyectos futuros". "Lo sé y me hago cargo", ha añadido Sánchez antes de evitar cualquier tipo de autocrítica a sus política y circunscribiendo siempre la inflación a un contexto europeo, pese a que otros países de nuestro entorno tienen un IPC menor.