Francisco José Contreras es diputado de Vox por Sevilla, doctor en Derecho y catedrático de Filosofía por la Universidad de Sevilla. Es portavoz en la Comisión Constitucional del Congreso, en la de Transición Ecológica y Reto Demográfico, vocal en la de Cultura y portavoz adjunto en la de Ciencia, Innovación y Universidades. Su extenso conocimiento de la Historia ha provocado en más de una ocasión la airada reacción de la izquierda, como ocurrió esta semana durante el Pleno en el que se debatía la Ley de Memoria Democrática de Pedro Sánchez en el que los diputados de ERC, Bildu y Podemos abandonaron el hemiciclo nada más comenzar su intervención desde la tribuna de oradores.
¿Qué pensó cuando vio a diputados de Bildu, ERC o Podemos abandonando el hemiciclo cuando defendía la posición de Vox sobre la Ley de Memoria Democrática?
No es cierto que reaccionaran a lo que dije sobre Puig Antich, comenzaron a desalojar sus escaños ya antes, lo tenían decidido y lo hicieron apenas subí a la tribuna. Fue una reacción totalitaria que, precisamente, confirma la naturaleza totalitaria de la ley, es decir, la exclusión sobre cualquier punto de vista histórico ajeno al que el Gobierno quiere imponer como oficial. Con esa reacción confirman nuestra crítica a la ley.
Justificaron después esa reacción asegurando que había avalado la ejecución de Puig Antich ¿es lo que dijo?
La diputada de ERC, durante su intervención, dijo que el régimen de Franco había matado a Puig Antich por ser anarquista y no fue así, se le aplicó la legislación penal vigente entonces que preveía la pena de muerte por el homicidio de un policía. Disparó a un policía cuando fueron a detenerle. Lo ha confirmado su compañero de célula terrorista, Jean-Marc Rouillan, un francés que le acompañaba aquella tarde de septiembre de 1973 a la cita en la que le tendieron una emboscada. No era ningún poeta visionario como lo están pintando ahora, era una célula terrorista, atracaban bancos y estaban preparando atentados con bomba.
¿Justifica entonces su ejecución?
No, porque, para empezar, no soy partidario de la pena de muerte. Lo que hice fue una corrección fáctica sobre los hechos. La diputa de ERC estaba ocultando un hecho esencial y es que a Puig Antich no se le detiene por sus ideas sino por lo que había hecho.

Una vez entre en vigor la nueva Ley de Memoria Democrática, ¿estará penado decir estas cosas?
La ley, más que convertir en delito la exposición de teorías históricas distintas a la que ellos imponen como verdad -que todavía no se atreven a hacerlo- establece mecanismos de adoctrinamiento sin límite. El artículo 44.1 prevé que en todos los niveles escolares se incluyan contenidos de memoria democrática; el 44.2 que los planes de formación del profesorado incluyan contenidos de memoria democrática; el 47 que los planes de formación permanente de la administración general del Estado estén basados en la memoria democrática.
Es un programa de adoctrinamiento masivo como no se veía en Europa desde la época soviética. Más que penalizar al que discrepe, buscan adoctrinar en un pensamiento histórico único con la expectativa de que las visiones alternativas vayan desapareciendo por falta de alimento intelectual y por autocensura ya que, con este clima de intimidación, hará falta valor para discrepar de la visión oficial.
¿La ley recoge cuál es la versión que debe impartirse o el Gobierno de turno puede utilizarla en su propio beneficio?
La versión oficial está contenida en la exposición de motivos, que te da el cuadro de la Historia española de los últimos dos siglos, porque no se limitan a la II República. Es una visión absolutamente sectaria, maniquea, en la que, básicamente, la izquierda, desde hace 200 años, ha luchado constantemente por la Justicia, el progreso y la democracia y la derecha ha conspirado constantemente para impedir el progreso. Y la culminación de esa lucha entre el bien y el mal reside en la II República y la Guerra Civil. No exagero, hay que leerla y ver hasta dónde llega en el maniqueísmo, es una cosa asombrosa.
El Gobierno defiende que la norma busca reparar a las víctimas del franquismo ¿es necesaria esa reparación?

No es necesario, no quedaba ninguna reparación por hacer. La Ley se basa en el derecho de los vencidos a la reparación moral pero los vencidos ya habían sido resarcidos en sus derechos. Ya en tiempos de Franco, en el 69, se hizo una Ley de Amnistía por la que, los que hubiesen cometido delitos de sangre en la Guerra Civil, quedaban exentos de responsabilidad penal y, de hecho, muchos volvieron a España. Las leyes de amnistía del 76, del 77, las leyes que devolvían derecho a pensiones, a la graduación militar que se había perdido por haber combatido en el ejército de la República, pensando más bien en los descendientes que en los titulares porque muchos habían muertos…se devolvieron locales y edificios a los sindicatos de izquierda en los años 70 y 80. No quedaba ninguna reparación moral por hacer.
¿Qué es lo más peligroso de esta ley?
Hay que combatirla frontalmente porque resucita el cainismo que nos costó tan caro. Es canallesco después de que hayamos conseguido esta reconciliación, reparar las heridas, el perdón recíproco. Lo que ocurre durante la Transición es que los dos bandos asumieron que habían cometido crímenes mucho antes y que se perdonaban mutuamente para mirar al futuro. Esta magnífica labor, que ganó la admiración internacional entonces, hace 40 años, la están deshaciendo concienzudamente y a los jóvenes de ahora que no saben Historia les están inculcando el odio sectario e ideológico contra la derecha. Es criminal.
¿El hecho de que salga adelante con Bildu supone que gana ETA y pierde España?
Por supuesto. Están asumiendo el relato histórico de la ETA, según el cual, la Transición fue una especie de enjuague del franquismo en el que todo el proceso tuvo lugar bajo el temor a un posible golpe militar, la Constitución está hipotecada por ese temor y, como conclusión, todavía no tenemos una verdadera democracia. Según su visión, la Transición fue un apaño en el que la ETA de la época estaba luchando por la verdadera democracia frente al neofranquismo de Adolfo Suárez o Felipe González, porque ya le meten también a él para extenderlo hasta al 83. Esto es gravísimo porque deslegitima nuestro sistema actual, deslegitima el régimen del 78 y le da la razón a los terroristas que, según esto, hicieron bien practicando la violencia contra un régimen neofranquista.
¿Van a recurrir la ley en el TC?
Sí, por supuesto.
Han prometido derogarla pero, de momento, dependen de una mayoría con el PP ¿cómo pretenden garantizarlo? ¿se fían de que el PP esta vez la tumbe?
No queremos perder la esperanza de que el PP alguna vez cumpla sus promesas pero la experiencia con el anterior gobierno de Mariano Rajoy es que no las cumple porque no derogó la Ley de Memoria Histórica anterior. Si quieren demostrar que esta vez van en serio y derogarán estas leyes ideológicas, no sólo la de memoria democrática, también la de violencia de género, que deroguen la andaluza que está en vigor. Ahora mismo Juanma Moreno tiene mayoría absoluta y lo puede hacer. Si es así, empezaremos a ver que Feijóo es distinto del gobierno anterior. De momento no tenemos elementos para verlo.
Proponen sustituir estas leyes por una de concordia ¿es necesario legislar sobre la memoria o sobre la Historia española?
Vox aceptó como alternativa una Ley de Concordia porque el PP se resistía a derogar la Ley de Memoria andaluza. Nosotros llevamos a la mesa de negociación la derogación porque entendemos que no tiene por qué haber leyes sobre la Historia. El PP, como mal menor, como punto de compromiso, dijo que la cambiáramos por una Ley de Concordia y firmamos eso. Por su puesto, no hicieron ninguna de las dos cosas. Fuimos nosotros lo que, cumpliendo ese punto del acuerdo de investidura, en 2021 llevamos una propuesta de Ley de Concordia que fue rechazada.
¿No es entonces una exigencia?
No, aquello fue una solución de compromiso ante la resistencia del PP a derogar la Ley de Memoria andaluza. La credibilidad de Feijóo en este asunto se juega en lo que haga en Andalucía Juanma Moreno. Por el momento no se ve ninguna intención de derogar la ley actual que es tan sectaria como la ley nacional.
