Tras un mandato envuelto en constantes polémicas, la carrera fiscal celebra la dimisión de Dolores Delgado. La presidenta de la mayoritaria Asociación de Fiscales (AF), Cristina Dexeus, lamenta que el motivo sea un problema de salud, pero se felicita por una renuncia que pone punto y final a una "oscura" etapa en la que, según denuncia, se ha echado por tierra la reputación de la Fiscalía.
"Como fiscal, desde luego me felicito de que acabe su mandato, porque ha perjudicado tremendamente la imagen de imparcialidad y neutralidad de la institución. Ha sido un mandato perseguido por las polémicas, tanto por la procedencia de la propia Dolores Delgado como ministra de Justicia, como por las situaciones o circunstancias extrañas que la rodeaban. En este sentido, celebro su renuncia", resume Dexeus en conversación con Libertad Digital.
Ni transparencia ni valores democráticos
La presidenta de la Asociación de Fiscales se muestra sorprendida, además, a la par que indignada, por la valoración con la que Delgado se ha despedido del Ministerio Público, al frente del cual, según presume, se ha logrado "un cambio de paradigma centrado en la transparencia, los valores democráticos, los derechos humanos, la perspectiva de género y la protección de los más vulnerables".
"Esa transparencia y esos valores no existen -sentencia implacable Dexeus-. Ha sido una etapa muy oscura en la que la Fiscalía General del Estado ha ejercido sus facultades omnímodas sin dar explicaciones y sin atender a la voluntad de la mayoría de los fiscales, expresada democráticamente en la constitución de la Comisión de Ética, por ejemplo, ni a las solicitudes de los vocales del Consejo Fiscal, a pesar de que son miembros elegidos democráticamente por la carrera".
Según denuncia, su paso por la Fiscalía empezó con mal pie "desde el mismo momento en el que Pedro Sánchez dijo eso de '¿de quién depende la Fiscalía?' para, a continuación, nombrarla a ella, cuando había sido ministra de Justicia y habían compartido Consejo de Ministros".
Los casos más polémicos
Desde ese mismo instante, explica Dexeus, ya "dejó tocada la imagen de imparcialidad", algo que ha ido apuntalando al no abstenerse en las numerosas denuncias que implicaban al Gobierno de Pedro Sánchez, como aquellas relativas a su gestión durante la pandemia del coronavirus. La presidenta de la Asociación de Fiscales también recuerda su polémica actuación en el caso Stampa o los polémicos audios de Villarejo en los que hablaba del "éxito garantizado" de la "información vaginal" que obtenía el comisario y llamaba "maricón" a Marlaska, entre otras cosas.
"Y eso por no hablar de su relación personal con Baltasar Garzón, que defiende a investigados en causas penales de gran relevancia que se siguen en la fiscalía sin que ella haya dictado decreto de abstención -apunta Dexeus-. Es un suma y sigue que pone en entredicho su imparcialidad y neutralidad, y, con ello, ha dañado la imagen de la institución como yo no recuerdo que haya sucedido nunca antes en democracia".
Por todo ello, la presidenta de la asociación mayoritaria de fiscales se felicita por una renuncia que pone punto y final a un periodo que, además, "ha sido de todo punto desolador jurídicamente hablando". Aun así, Dexeus no lanza las campanas al vuelo, ya que, tal y como recuerda, Álvaro García Ortiz, el sustituto de Delgado, ha sido su mano derecha todo este tiempo, por lo que está convencida de que el suyo será "un mandato de continuidad".