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Unidas Podemos colapsa: IU quiere ir por separado a las autonómicas y locales de 2023

Fuentes de la formación afirman que no están dispuestos a volver a someterse a las órdenes de Belarra.

Fuentes de la formación afirman que no están dispuestos a volver a someterse a las órdenes de Belarra.
Ione Belarra, Irene Montero y Alberto Garzón en el Congreso. | Archivo

Unidas Podemos está al borde de la desaparición. La plataforma que crearon Pablo Iglesias (Podemos) y Alberto Garzón (IU) con el pacto de los botellines en 2016 para concurrir de forma conjunta a las elecciones no tiene visos de repetirse en los próximas municipales y autonómicas de 2023. Con las esperanzas puestas en Sumar, el nuevo proyecto político de Yolanda Díaz, Izquierda Unida no parece muy convencida de reeditar la coalición.

Fuentes de IU señalan que la formación no está dispuesta a "volver a someterse a las órdenes de Podemos". Con Yolanda Díaz fuera de la carrera electoral – dice que Sumar no va a llegar a los comicios de mayo – IU no están por la labor de seguir con el trágala, ahora que los de Ione Belarra han perdido la fuerza que tenían en anteriores citas con las urnas.

Enfrentados y sin posibilidad de acuerdo

Los resultados en las autonómicas en Madrid, Andalucía y Castilla y León son la prueba palpable de ello. En Castilla y León, Podemos se presentó junto a IU por primera vez en esta comunidad y el resultado fue nefasto. Perdieron uno de los dos procuradores que tenían. Traducido en votos, la coalición consiguió 61.000 votos mientras que en 2019, Podemos en solitario obtuvo casi 69.000 mientras que IU logró 31.575.

En Andalucía, Izquierda Unida contó durante décadas con grupo parlamentario propio. Su poder en el Parlamento andaluz ha quedado reducido a un único representante, la diputada Inmaculada Nieto. En el informe político que presentaron tras las pasadas elecciones, IU señaló directamente a Podemos y a Teresa Rodríguez como los culpables de los malos resultados. De hecho, el líder de IU en Andalucía, Toni Valero, llegó a decir que el acuerdo in extremis con el partido de Ione Belarra fue "un trágala".

Algo parecido sucedió en la Comunidad de Madrid, las elecciones en las que los malos resultados de los morados supusieron el final de la carrera política de Pablo Iglesias. Los miembros de Izquierda Unida Madrid y del Partido Comunista de Madrid (PCM) aseguraron tras los comicios que se sintieron despreciados y humillados por Podemos durante la negociación para acudir conjuntamente a las elecciones. Incluso la número tres de esa lista, Vanessa Lillo (PCE) llegó a referirse a sus compañeros como "ratas" en una conversación privada de Whatsapp.

Los cargos y bases de Podemos e IU, que nunca se han terminado de llevar bien, están totalmente enfrentados y sin posibilidades de acuerdo en casi todos los territorios en los que se celebran elecciones en 2023. Solo en Extremadura y Navarra habría alguna posibilidad de acuerdo, según fuentes de IU.

La purga de Belarra

Como detalle relevante, no ha pasado desapercibida la reestructuración del equipo de Belarra. El pasado 22 de julio, Lilith Verstrynge asumió la Secretaría de Estado de la Agenda 2030 tras la purga de Enrique Santiago, secretario general del PCE y uno de los grandes apoyos de Yolanda Díaz (también militante del PCE), en su plataforma Sumar.

Se trata de la segunda salida del Gobierno de militantes del Partido Comunista, tras el relevo de Amanda Meyer —jefa de gabinete de Irene Montero— en el Ministerio de Igualdad. Meyer, a su vez, era la número dos de Santiago en la lista con la que fue reelegido secretario general del Partido Comunista.

En este sentido Izquierda Unida no parece sentirse cómoda del todo con las intenciones de Unidas Podemos con respecto a Sumar. Belarra ha insistido en que habrá "sí o sí" una "alianza electoral" con el proyecto político de Yolanda Díaz, pero en ningún caso habla de integración o fusión.

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