El Congreso ha aprobado este jueves la Ley de Garantías de la Libertad Sexual, más conocida como Ley de solo sí es sí, con los únicos votos en contra de PP y Vox y la abstención de CUP.
El gran proyecto de la ministra de Igualdad, Irene Montero, por fin ve la luz de forma definitiva un mes después de su paso por el Senado, en donde una enmienda de Junts, apoyada por PP, ERC, Ciudadanos, Más Madrid y Coalición Canaria, retrasaba su puesta en marcha.
La Ley del solo sí es sí consta de dos puntos claves. El primero de ellos es la eliminación del delito de abuso sexual que queda unificado con el de agresión sexual. A partir de ahora todo acto sexual sin consentimiento será considerado una agresión (una violación) y será castigado con hasta con 15 años de cárcel a través de un sistema progresivo de penas. Las víctimas ya no tendrán que acreditar que han sufrido violencia o que se han resistido.
El segundo punto clave es el consentimiento. El texto aprobado por la Cámara Baja reforma el artículo 178 del Código Penal, estableciendo que "sólo se entenderá que hay consentimiento cuando se haya manifestado libremente mediante actos que, en atención a las circunstancias del caso, expresen de manera clara la voluntad de la persona".
Con 205 votos a favor, 141 votos en contra y 3 abstenciones, la ley ha salido adelante tras un largo camino no exento de polémica. De hecho, durante el debate de este jueves, el PP ha insistido en que esta norma "puede traer consigo inseguridad" y que, por tanto, "no es la ley que nos habría gustado apoyar" mientras que Vox ha ido más allá al tachar la norma de "infame", porque "el objetivo no es proteger a la mujer sino atacar al hombre".
El PP también ha reprochado a Igualdad que ya hubiera preparado una campaña bajo el lema 'sí es sí fest' para poner en marcha este verano, dando por hecho que se aprobaría la norma en el mes de julio. La portavoz de Igualdad de los 'populares', Marta González, ha recordado, en este sentido, la "fragilidad" de los acuerdos con los que cuenta el Gobierno.
González también se ha referido a la ley en general para señalar que no es la que les gustaría porque, a su juicio, "no va a servir para impedir que la investigación recaiga en la víctima de la agresión" y porque la nueva definición del consentimiento "puede traer inseguridad".
Vox, por su parte, ha considerado la enmienda aprobada en el Senado "más o menos razonable" dentro de una norma que ha calificado como "infame". Así se ha referido ha ella la representante de la formación en el debate, Carla Toscano, quien ha apuntado que Vox está en contra de la mutilación genital femenina, pero también de "la masculina" que, según ha indicado, "también existe".
La diputada cree que medidas como esta deja al aire las "incongruencias" del Ejecutivo cuando defienden las costumbres de los extranjeros que llegan a España. "Su rollito multicultu no funciona", ha apuntado Toscano, antes de indicar que hay que "cerrar la puerta en la cara a las personas que vengan a España a agredir a las mujeres".
Además, del voto en contra de PP y Vox, el departamento de Irene Montero tampoco ha contado con el apoyo de CUP, que ha decidido abstenerse.