En el Gobierno están satisfechos con el debate del martes en el Senado y no descartan más. "Feijóo no resiste un contraste", afirman eufóricos en el equipo próximo a Pedro Sánchez que elogian el segundo turno del presidente, que dedicó 45 minutos a descalificar al líder del PP, frente a los 25 minutos de réplica y contrarréplica que tuvo en todo el debate Alberto Núñez Feijóo.
El formato de tiempo ilimitado para el presidente gusta en la Moncloa donde no descartan más debates si el presidente del PP lo pide. "Hay que sacarle de la zona de confort", afirman exultantes tras lo que califican como "pruebas de solvencia o pudor".
Acabar con "el efecto Feijóo"
La obsesión de Ferraz y Moncloa es desde hace unas semanas acabar con la imagen de "buen gestor" de Feijóo, que se ha instalado en parte del electorado. De ahí que traten de amplificar cualquier desliz y de rebuscar en la hemeroteca gallega cualquier noticia que pueda dañar su gestión. "Mientras el presidente del Gobierno tiene el país en su cabeza, el señor Feijóo todavía no ha superado dejar Galicia para aterrizar en Madrid", afirman en la dirección del PSOE.
Tampoco gusta que se haya instalado en gran parte de la sociedad española que Feijóo es un moderado. La flema que está mostrado el líder del PP, que no ha entrado en descalificaciones gruesas como sí hacía Casado, parece molestar al sector socialista que se han aferrado hasta a una cita literaria para pedir al árbitro la cartulina amarilla.
Durante un desayuno informativo, Feijóo comparó al Gobierno con "El otoño del patriarca", la obra de García Márquez sobre un país gobernado por un anciano dictador. "Es indigno", aseguró la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, mientras que Sánchez fue más allá y en el pleno aseguró que Feijóo le había llamado "dictador". Algo que el líder del PP desmintió con sorna: "usted no es un dictador porque no manda ni en su propio Gobierno".
La tercera pata es la de reiterar que Feijóo ha sido puesto al frente del PP por "los poderes". Pedro Sánchez lo repite sin cesar, sin aportar pruebas, pero tratando siempre de vincular cualquier oposición del PP a sus medidas con unos "cenáculos" en los que participarían "energéticas y banca". Estas intervenciones, reconocen algunos socialistas, buscarían movilizar a un electorado de izquierdas que, según las últimas encuestas, estaría quedándose en casa.
Una intervención tranquila
En la zona noble del Palacio también están satisfechos con la intervención inicial de Pedro Sánchez en la que llamó a la calma y, pese a reconocer por primera vez que vamos hacia una recesión, prometió que no habrá cortes de suministro. "Ha estado sereno, ha dado tranquilidad", afirman en Moncloa donde creen que así han conseguido disipar algunas de las dudas de los ciudadanos sobre las incertidumbres de cara al otoño e invierno.
En el Palacio también quitan hierro a la acusación de Feijóo tras el anuncio de Sánchez de una "excepción" para las instalaciones de cogeneración de las industrias que les permita acogerse al mecanismo ibérico. El PP recuerda que ellos lo propusieron la semana pasada. Desde el Ministerio de Transición Ecológica afirman que ellos ya lo presentaron al sector el día 1. Sólo los testigos podrán certificar si eso era verdad o no.