El Gobierno ha pasado de anunciar una visita del comisario de Justicia, Didier Reynders, para ver "una anomalía cuyo causante es el PP" , según afirmaron hace unos días Isabel Rodríguez y Pilar Llop, a rebajarlo a una mera "visita institucional", según ha afirmado este miércoles el ministro de Presidencia, Félix Bolaños. Aún así, el Ejecutivo se prepara para lanzar toda una ofensiva política y hasta cinco ministros le recibirán este jueves a las 13:00.
Además de la ministra de Justicia, Pilar Llop, y del ministro de Presidencia, Félix Bolaños, estarán los titulares de Exteriores, José Manuel Albares; la vicepresidenta primera, Nadia Calviño y el ministro de Consumo, Alberto Garzón, dentro de la cuota de Unidas Podemos.
Cinco ministros para tratar de convencer al comisario europeo que la culpa del bloqueo del CGPJ es del PP y de que no están dispuestos a cambiar el sistema de elección. Reynders también escuchará a la otra parte y se reunirá con el negociador del PP, Esteban González Pons.
Otra comisaria favorita
No será la primera vez que se vean. Hace unos días, el comisario ya tuvo un encuentro con el eurodiputado popular en Bruselas, algo que no ha gustado en La Moncloa donde ahora prefieren poner el foco en una de las vicepresidentas de la Comisión, Věra Jourová, comisaria de Valores y Competencia.
En el Gobierno aseguran que la Comisión Europea "está muy preocupada" y ponen como ejemplo la carta "durísima" de la comisaria checa, remitida este mes de septiembre, en la que afirmaba que el Poder Judicial "no debe formar parte del debate político y menos aún ser rehén de ese debate". Su contundencia en el tema español contrasta con la pasividad de Reynders, que se ha mostrado más equidistante y dispuesto a escuchar a todos.
Los postulados de Jourová parecen más próximos al del Ejecutivo español donde no quieren ni oír hablar de un cambio en el modelo de elección de los jueces, apostando siempre por el modelo vigente, ni tampoco quieren una intermediación con el PP. "No nos hacen falta comisarios. Si el PP quiere, nos reunimos ya", afirman fuentes del Ejecutivo que recuerdan que ,la última vez que se reunieron Bolaños y Pons, el popular le espetó: "nunca más nos vamos a sentar para negociar el CGPJ". Desde aquella, para el Gobierno todo lo que dicen en Génova 13 se trata de "excusas" parar retrasar el nombramiento.