Ignacio Garriga ha concedido su primera rueda de prensa en la sede nacional de Vox, horas después de ser nombrado secretario general del partido en sustitución de Javier Ortega Smith, que no se ha dejado ver esta mañana en la sede ante los medios.
Acompañado de algunos cargos del partido como el portavoz parlamentario, Iván Espinosa, la portavoz Patricia Rueda o la líder del partido en Madrid, Rocío Monasterio, ha comparecido ante los medios y ha atribuido a "intrigas palaciegas" que buscan "minar a Vox" las interpretaciones sobre la salida de Ortega Smith en plena crisis interna del partido, a dos días del Viva 22 y cuando están todavía pendientes las listas para las elecciones de mayo.
"Javier Ortega Smith hizo un acto de generosidad, de espíritu de servicio y ha dado un paso al lado para centrarse en una tarea ingente (ser candidato a la alcaldía de Madrid)", ha dicho Garriga de su antecesor en el cargo al ser preguntado por la posible vinculación de esta decisión con Macarena Olona, que le señaló como responsable de su abandono del partido.
Podría haber más cambios internos
"No voy a contribuir a intrigas palaciegas que sólo tienen por objetivo minar el proyecto de Vox", ha repetido varias veces durante su comparecencia ante los medios, en la que no ha aclarado si habrá más cambios internos en el organigrama del partido, incluido posibles relevos en las vicesecretarías generales que dependen de él, como la de organización que ocupa Tomás Fernández, mano derecha de Ortega Smith en la organización del partido a nivel territorial.
En varias ocasiones Garriga ha elogiado el trabajo de todos los equipos de trabajo en Vox y ha admitido que tiene por delante una "tarea muy grande", asegurando que entre esas labores estará participar en la elaboración de las listas de mayo". "Me pongo a disposición, con humildad, trabajo y sacrificio" para "sumar y colaborar con el resto de compañeros con la voluntad de contribuir en cada municipio y en cada región", ha dicho.
Entre sus funciones está abordar las crisis provinciales que se han ido produciendo los últimos años en diferentes regiones como Murcia, Extremadura, Andalucía o la Comunidad Valenciana, con salidas o expulsiones en medio de importantes acusaciones de falta de democracia interna, férreo control del aparato o irregularidades en los cambios ordenados por la dirección nacional. Una situación muy compleja que podía empezar a lastrar las expectativas del partido de cara a mayo.