Tras la polémica suscitada por su intención de que los colegios de Madrid hablen a los niños de "trans ilustres de la historia", los carmenistas evitan revelar los nombres que configuran la lista de las organizaciones LGBTIQ+ que pretenden llevar a los centros educativos de la capital. Sin embargo, la Asociación de Infancia y Juventud Trans Chrysallis lleva tiempo incluyéndola en el material curricular que ofrece a los institutos.
La realidad, no obstante, es que tan sólo se presentan dos personajes históricos: la conocida como Monja Alférez y el emperador romano al que tiempo después de su muerte se le bautizaría como Heliogábalo.
La Monja Alférez
El primer nombre que citan es el de Catalina de Erauso (1585 o 1592-1650). Nacida en San Sebastián, esta monja, militar y escritora se acabó convirtiendo en uno de los personajes más controvertidos del Siglo de Oro español. A los 4 años, fue internada en el convento dominico de su ciudad natal, junto a sus hermanas. Su carácter rebelde hizo que la trasladaran al Monasterio de San Bartolomé, de donde finalmente acabaría escapando cuando tenía 15 años. Para ello, escondió el hábito, se fabricó ropa de hombre con los materiales que tenía a su alcance y se cortó el pelo.
"Sus padres, creyéndola mujer, quisieron para él la tranquila vida de un convento, pero él escogió una existencia de aventuras en el Nuevo Mundo", resume Chrysallis. "En los años siguientes, Catalina vagabundeó por distintas ciudades españolas con una identidad falsa. Vestido de labriego se hacía llamar con distintos nombres masculinos —relata el material elaborado para los centros educativos—. Su aspecto físico nada ‘femenino’, así como su porte ‘varonil’ le ayudaron a pasar desapercibido".
Según sus propias memorias, en 1603 embarcó rumbo a América, donde "su manejo de las armas y su maestría en el combate le permitió llegar a ostentar el grado de alférez". Finalmente, sería detenida en Perú en 1623 y fue entonces, tras ser condenada a morir, cuando decidió pedir clemencia al obispo Agustín de Carvajal, confesándole que en realidad era mujer y que había estado en un convento. "Unas matronas certificaron además que era virgen", puntualiza Chrysallis.
Su fama hizo que el mismísimo rey Felipe IV se interesase por oír de primera mano su historia. Tras escucharla, no sólo decidió mantenerle su graduación y permitirle que continuara llevando atuendo masculino, sino que fue él el que la bautizó con el nombre de la Monja Alférez. Ella misma narraría todas estas hazañas en una autobiografía en la que, además, confiesa sus experiencias sexuales con mujeres. Para muchos, es considerada así la primera trans de la historia. Otros, sin embargo, se refieren a ella como la monja travesti, lesbiana y militar que rompió con los estigmas del siglo XVII.
Heliogábalo
El segundo "trans ilustre" al que se aferran las asociaciones trans es Marco Aurelio Antonino Augusto (Emesa, Siria, c.203-Roma,11 de marzo de 222), un emperador romano de la dinastía Severa que reinó desde 218 hasta 222. Su nombre de nacimiento era Vario Avito Basiano y, tras su muerte, pasó a ser conocido como Heliogábalo.
Según relata el material curricular de Chrysallis, "se casó en cinco ocasiones con mujeres, pero también se casó con un hombre llamado Zotico, un atleta de Esmirna, en una ceremonia pública en Roma". Con el fin de distinguir su posible homosexualidad de la condición de trans que le asigna, la asociación alega que "se pintaba los ojos, se depilaba y lucía pelucas". En la Historia Romana de Herodiano, éste asegura además que corría el rumor de que el emperador había ofrecido enormes cantidades de dinero al médico que pudiera dotarle de genitales femeninos.
Los trans actuales
Tras estos dos ejemplos, la Asociación de Infancia y Juventud Trans, salta directamente al siglo XX para hablar de trans más recientes, entre los que cita al hijo menor del escritor Ernest Hemingway, que falleció como Gloria; a la directora de Matrix, Lana Wachowski; o a la española Carla Antonelli, de la que destaca su cargo de "diputada de la Asamblea de Madrid por el PSOE, convirtiéndose en la primera mujer transexual española en acceder a dicho cargo".
La lista la completan trans totalmente desconocidos para la mayor parte de los ciudadanos, como una trabajadora del Ayuntamiento de Bogotá llamada Tatiana Piñeros, una política cubana que responde al nombre de Adela Hernández o la deportista olímpica de voleibol Antía Fernández, nacida en La Coruña y que, según Chrysallis "ha pasado a la historia del deporte por ser la primera mujer transexual federada en una disciplina olímpica en el país". Además, también destacan a una cantante alemana, al primer hombre transexual que salió en la portada de Men’s health o a la primera mujer transexual que logró ser portada de la edición francesa de Vogue.
Finalmente, se hace alusión a los niños trans, mezclándolos con hijos de famosos que, sin reconocer que lo son, han optado por romper estereotipos de género a la hora de vestir. En este apartado, se cita así a los descendientes de Will Smith, Charlize Theron, Megan Fox, Adele o a la hija de Brad Pitt y Angelina Jolie, a la que muchos catalogaron como niño trans por llevar ropa masculina. De un tiempo a esta parte, sin embargo, la hoy adolescente ha vuelto a lucir vestidos e incluso ha aparecido maquillada junto a su madre.
La campaña de los carmenistas
Tal y como ha denunciado la Alianza contra el Borrado de las Mujeres, los vocales del grupo mixto -herederos de Manuela Carmena- han iniciado una campaña en las Juntas de distrito para para promover toda una serie de actividades en los centros educativos de cara al 20 de noviembre, Día Internacional de la Memoria Trans. El objetivo: hablar a los niños de todos estos "trans ilustres" e instarles a reflexionar sobre la "identidad de género".
Este miércoles, sin embargo, la Junta Municipal de Retiro ha desestimado su propuesta, pero falta por ver qué ocurrirá en el resto de distritos de la capital. Las feministas, por su parte, ya han escrito una carta a todos los grupos municipales para alertarles de los "contenidos acientíficos y dañinos que se pretenden impartir bajo el paraguas de la defensa de derechos" e instarles así a rechazar una iniciativa que, a su juicio, "promueve el transgenerismo".