Desde su llegada a la presidencia del Partido Popular hace siete meses, Alberto Núñez Feijóo había transitado por un camino de rosas hasta que se topó con la renovación del Consejo General del Poder Judicial. Desde Génova explicaron la semana pasada que el PP "suspendió" las conversaciones cuando Pedro Sánchez, en un llamada telefónica que tuvo lugar el pasado jueves por la tarde, confirmó a Feijóo que su "agenda legislativa" incluía la reforma del Código Penal para rebajar el delito de sedición.
"Pero ya se había llegado demasiado lejos", aseguran diputados y senadores del PP que consideran que la gestión de la negociación "ha sido una piedra" en el camino del líder del PP, que queda "tocado pero no hundido".
"Su mensaje de despolitizar la Justicia se ha visto ensombrecido" por las conversaciones con el Gobierno, aseguran fuentes populares que ven "complicado" recuperar esa bandera de la "despolitización" tras estas conversaciones.
"El CGPJ ha sido un error en el que Sánchez nos ha tendido una trampa pero, en unos días, recuperaremos el debate económico en el que el PP gana el relato" aseguran estas mismas fuentes que confían en volver a contar con el "efecto Feijóo" de cara a las próximas elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2023.
Los negociadores, señalados
Cabe destacar que estas conversaciones dejan también otros "heridos" en la batalla. El enviado del PP a esta negociación, Esteban González Pons, y el del Gobierno, Félix Bolaños, estuvieron cerca de lograr el acuerdo a pesar de que durante la última semana de conversaciones, el Ejecutivo ya había filtrado a la prensa su intención de reformar el delito que beneficia los separatas.
Unos negociadores que también salen "tocados". Por ello, González Pons ha tratado en los últimos días de explicar públicamente, con numerosas entrevistas, su versión de lo sucedido en los tres días que llevaron a la suspensión de las negociaciones.
Voces críticas del PP apuntan precisamente al "exceso de confianza" que se depositó en la palabra de Bolaños cuando les dijo, el martes de la semana pasada, que la reforma del delito de sedición no estaba en su agenda.
Fue por por esa razón por la que la portavoz del PP, Cuca Gamarra llegó a desvincular en una entrevista en televisión la reforma del delito de sedición de la negociación para la renovación del Consejo General del Poder Judicial. "Son dos cuestiones distintas" en las que "el PP tiene un papel diferente", aseguró el martes después de que los populares confiaran en la palabra que les había dado el ministro de la presidencia del Gobierno.
