Fernando Grande Marlaska está cercado en la valle de Melilla con las dos fronteras ideológicas esperándole. De un lado, los socios de Sánchez (Bildu, ERC y Podemos) exigiendo una comisión. Del otro, el PP pidiéndole explicaciones y no descartando sumarse a la investigación. En el suelo, la Fiscalía esperándole, indagando y solicitando más vídeo. El ministro del Interior tiene muy complicado zafarse de esta tormenta perfecta que se ha formado.
Si el panorama era sombrío, ahora parte del Ejecutivo se ha sumado al cerco. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha asegurado que "necesitamos una profunda investigación para conocer con exhaustividad lo que ha pasado". "Con los derechos humanos no se juega", ha añadido.
La respuesta ha llegado por parte del ministro de Presidencia, Félix Bolaños, que, sin preguntárselo, ha asegurado que "el Gobierno en su conjunto están comprometidos con los derechos humanos". El Ejecutivo ha prometido "transparencia" sólo unas horas después del anuncio de la Fiscalía solicitando más vídeos.
Malestar con Díaz
En el sector socialista hay malestar con las declaraciones de Díaz. En especial, por cómo ha patrimonializado la defensa de los "derechos humanos". En La Moncloa temen que la presión de Pablo Iglesias haya motivado a la vicepresidenta segunda a escenificar un nuevo distanciamiento mientras pone en la picota a un compañero de gabinete.
Tampoco gusta que Podemos, y parte de sus socios, hayan reabierto este caso tras un documental de la BBC. Ahora, sólo les queda mirar al PP con la esperanza de que no se sume a una Comisión de Investigación que podría dejar en muy mal lugar a Grande Marlaska que ya ha cambiado en varias ocasiones de versión sobre si los muertos, producidos tras la actuación de la gendarmería marroquí, cayeron del lado español.
De perfil
El pasado viernes, Pedro Sánchez aseguró que Marlaska era "un gran ministro del Interior". Fue toda un respaldo público, que el exmagistrado agradeció personalmente, pero desde ese día el resto de compañeros han optado por ponerse de perfil.
El ministro de Presidencia ha respondido este jueves un lacónico "sí" cuando se le ha preguntado si el presidente del Gobierno sigue respaldando al ministro del Interior. Bolaños ha evitado añadir más frases que le comprometan y ha evitado unir su nombre a un respaldo público.
Una defensa singular, similar a la que hizo la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, que este pasado martes, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, defendió de una manera genérica a Marlaska. "La confianza que los cuerpos y seguridad del Estado actúan con criterios de proporcionalidad y de acuerdo a la ley", aseguró Rodríguez pero aquí lo que está en cuestión no es la actuación de la Guardia Civil sino la de la gendarmería marroquí y si los muertos fueron en zona española.