Menú

La Audiencia Nacional concluye que el párroco de Lemona no enalteció a ETA a pesar de sus "nauseabundas" declaraciones

El juez ha decidido sobreseer la querella interpuesta por Dignidad y Justicia. El sacerdote reclama ahora que se le pida perdón públicamente.

El juez ha decidido sobreseer la querella interpuesta por Dignidad y Justicia. El sacerdote reclama ahora que se le pida perdón públicamente.
El párroco de Lemona, durante el rodaje del documental de Iñaki Arteta | Archivo

La Audiencia Nacional ha decidido sobreseer la querella interpuesta por Dignidad y Justicia contra el párroco de Lemona por considerar que las declaraciones realizadas en el documental Bajo el silencio, de Iñaki Arteta, podrían ser constitutivas de un delito de enaltecimiento del terrorismo y humillación a las víctimas. Lejos de tal consideración, el juez absuelve al acusado, lo que ha dado alas al sacerdote para pedir al actual obispo de Bilbao, Joseba Segura, y a su predecesor en el cargo, Mario Iceta, que le pidan perdón públicamente por haberle apartado su ejercicio.

En el documental, presentado en la Seminci de 2020, el párroco aseguraba que los asesinatos de ETA "no eran terrorismo, sino respuesta a una represión que se estaba sufriendo", al tiempo que reconocía que "se aplaudía el que se pudiera matar a un guardia civil, porque comulgabas con ello". En los cerca de 8 minutos que duraba su intervención, el párroco insistía, además, en que le "revienta" que se utilice la palabra terrorismo, defendiendo una y otra vez la actitud de ETA: "Ante una agresión, respondemos con otra agresión".

La respuesta de las víctimas fue clara. "Hacía muchos años que no veía una justificación tan clara del terrorismo", aseguraba entonces a Libertad Digital el presidente de Dignidad y Justicia, Daniel Portero, quien llegó a calificar el alegato del párroco de nauseabundo: "El hecho de justificar el terrorismo de ETA, el decir que es un conflicto, el ver normal que se asesine a guardias civiles, con el sufrimiento que ha supuesto para la propia Guardia Civil y sobre todo para sus familiares, es nauseabundo, mezquino y canalla".

A su juicio, se cumplían todos los requisitos para hablar de un delito de enaltecimiento del terrorismo, puesto que la publicidad que se exige venía dada por la emisión del propio documental: "Él sabía perfectamente para qué hacía estas declaraciones y, por tanto, el delito es claro". Ahora, sin embargo, la Audiencia Nacional estima que su intervención no supuso "un discurso del odio que pueda llegar a crear un peligro o riesgo ni concreto ni abstracto para la seguridad colectiva".

Tras la polémica originada, el párroco de Lemona pidió perdón a las víctimas, mostrando su arrepentimiento por las "desafortunadas declaraciones". Sin embargo, el Consejo Episcopal de la Diócesis de Bilbao entendió que debía asumir su responsabilidad y optó por retirarle de "los oficios eclesiásticos". No en vano, más allá de la cuestión judicial, el propio presidente de Dignidad y Justicia denunció en LD que lo que había hecho este señor -"porque lo de párroco o cura es un insulto para el resto de sacerdotes", puntualizaba Portero- era "escupir desde la Iglesia Católica a todas las víctimas".

Temas

En España

    0
    comentarios