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Abascal se da un baño de masas en plenas acusaciones contra Vox de ejercer "violencia política"

El líder de Vox sale en defensa de Carla Toscano frente a quienes "tienen la lengua muy larga y la piel muy fina".

El líder de Vox sale en defensa de Carla Toscano frente a quienes "tienen la lengua muy larga y la piel muy fina".
"¡España quiere votar!": las imágenes de la protesta

Más de 80.000 personas, según cálculos de Vox, han arropado a Santiago Abascal en la concentración convocada en Madrid para pedir la dimisión de Pedro Sánchez, en una semana muy complicada para el partido después de que Carla Toscano dijera en el Congreso que Irene Montero fue nombrada ministra por "haber estudiado en profundidad a Pablo Iglesias".

Un auténtico baño de masas que no se veía desde hacía tiempo y que recuerda a los mítines convocados por Vox antes de la pandemia. La sobrecogedora imagen de la plaza de Colón y sus alrededores abarrotados de gente, permite al partido resarcirse de estos últimos meses en los que muchos han augurado su desaparición.

El líder de Vox se ha revuelto contra quienes les han acusado de "ejercer la violencia política" o "degradar las instituciones", advirtiéndoles de que no se van a dejar intimidar. "Tienen la lengua muy larga y la piel muy fina", ha dicho, en referencia a la izquierda política y mediática que ha simbolizado en la Ser y El País, contra los que ha arremetido duramente.

La movilización de las bases

"Decir la verdad es violencia política", ha lamentado, respaldado las declaraciones de su diputada, a la que ha defendido de quienes la "increparon" cuando intervenía en la tribuna de oradores del Congreso a "dos metros de distancia", en referencia al secretario tercero de la Mesa, Javier Sánchez Serna, de Podemos, contra el que han presentado una queja ante la presidenta de las Cortes, Meritxel Batet. "Lo que hemos tenido que aguantar", resumía.

Frente a la imagen de división del Gobierno, que se resume en la manifestación feminista de Madrid con presencia de ministras del PSOE que escuchaban cánticos de "Montero, dimisión", Vox ha exhibido músculo político reuniendo a miles de personas para protestar, precisamente, contra el Ejecutivo.

Un poder de convocatoria del que difícilmente puede presumir ningún otro partido en España y que parecía imposible de repetir incluso para los de Abascal, después de que el pasado fin de semana apenas reunieran a unas 2.000 personas en Barcelona. Aunque en Viva 22 congregaron a miles de simpatizantes, su presencia escalonada a lo largo de dos días y el recinto de grandes dimensiones hacían difícil calcular hasta qué punto sus bases seguían movilizadas.

Distancias con el PP de cara a mayo

Despejada la incógnita, el partido afronta ahora unas elecciones decisivas en mayo que servirán de verdadero termómetro para conocer hasta qué punto los malos augurios cumplen y con qué fuerza cuentan para concurrir a las elecciones generales.

Con la vista puesta en esa cita, el líder de Vox no se olvidó de lanzar varios mensajes al PP de Alberto Núñez Feijóo, al que reprochó negociar con Sánchez, acercarse al PNV o limitarse a prometer que recuperará el delito de sedición.

Un aviso a navegantes para quienes dan por hecho un acuerdo entre ambos partidos para echar a Pedro Sánchez de La Moncloa y que Abascal ha repetido en varias ocasiones al asegurar que sólo apoyarán un verdadero cambio, no un relevo.

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