La tensión en el Congreso ha alcanzado cotas nunca vistas hasta ahora. El habitual enfrentamiento entre diputados ha escalado varios niveles en los últimos años, afectando también a la presidencia del Parlamento, como ha ocurrido este martes durante la intervención de la diputada de Vox Patricia Rueda cuando acusaba al Gobierno, desde la tribuna de oradores, de "premiar a filoetarras" con los Presupuestos Generales del Estado.
"Retire la calificación de filoetarra", le exigía en tono amenazante el vicepresidente del Congreso, Gómez de Celis, del PSOE, que sustituía en ese momento a la presidenta de las Cortes, Meritxel Batet. "No", le respondía la diputada de Vox, a lo que De Celis insistía pidiéndole que "retirara esa expresión". "Te voy a llamar al orden y a retirar la palabra", le advertía tuteándola.
Algo inusual, tanto por las formas empleadas como por la llamada al orden, ya que lo habitual es que la presidencia del Congreso proceda a retirar la expresión del Diario de Sesiones, si así lo considera oportuno, pero no ordene la expulsión del diputado ni le retire la palabra.
Rueda se mantenía firme en su negativa, a lo que De Celis le llamaba al orden por primera vez. "No lo voy a retirar", reiteraba la representante del partido de Abascal. "Le llamo al orden por segunda vez y le advierto de que la tercera vez tendré que retirale la palabra", le insistía de nuevo el vicepresidente del Congreso.
La representante de Vox intentaba continuar con su discurso pero el socialista la interrumpía, discutía en privado con ella y procedía después a expulsarla de la Cámara. "Abandone el escaño", le ordenaba entre quejas de la diputada, a la que han acompañado en su salida todos los diputados del partido, que han abandonado el hemiciclo en señal de protesta por la actuación de De Celis y en solidaridad con su compañera.
Abascal advierte de que "resistirán"
Minutos después comparecía en el escritorio del Congreso Santiago Abascal para denunciar que se ha coartado la libertad de expresión de Vox y para acusar al Gobierno de "asaltar el Parlamento" como ha hecho con todas las instituciones, incluido el Tribunal Constitucional.
"Lo ocurrido es de una extraordinaria gravedad pero no es sorprendente", comenzaba diciendo Abascal, que denunciaba la ausencia de "división de poderes" en España por la actuación de Pedro Sánchez. "No hay institución que se le resista", lamentaba el líder de Vox, que recordaba que los miembros de Podemos de la Mesa del Congreso "increparon" a Carla Toscano cuando dijo desde la tribuna de oradores que Irene Montero debe su cargo al hecho de haber "estudiado en profundidad a Pablo Iglesias".
"Resistiremos", advertía el líder de Vox, anunciando que las palabras de sus representantes será escuchadas en el Congreso, en los tribunales o donde sea necesario, pero no permitirán que se les "amordace" por "decir la verdad". "Expulsaremos al peor Gobierno de la Historia de España", prometía. Después, Patricia Rueda ha concluido su intervención desde el escritorio del Congreso.
La discusión de Espinosa con Batet
Vox ha criticado que, minutos antes de la expulsión de Patricia Rueda, Meritxel Batet avalaba el uso de expresiones como "ultraderecha", "extremaderecha" o "fascistas" para referirse al partido, después de que el portavoz parlamentario del partido, Iván Espinosa, le instara a aclarar si pueden ser empleados en el Congreso, a pesar de la grave ofensa que suponen para su formación, ya que los escuchan de forma habitual en boca de otros diputados.
"No vamos a establecer un diálogo sobre cómo ejercer la presidencia, los términos derecha y ultraderecha son calificativos ideológicos, igual que se habla de izquierda y ultraizquierda", defendía Batet, a lo que Espinosa le insistía para que se pronunciara sobre el empleo del término "fascistas", sin obtener una respuesta. La sesión ha seguido después en un ambiente de tensión que ha derivado en la expulsión de Patricia Rueda.