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La salida de la Guardia Civil del País Vasco y Navarra fue exigida por ETA en la negociación con el PSOE en 2006

Sánchez cumple con la exigencia terrorista al asestar su último golpe a la GC, tal y como figura en las actas descubiertas al etarra Thierry.

Sánchez cumple con la exigencia terrorista al asestar su último golpe a la GC, tal y como figura en las actas descubiertas al etarra Thierry.
Agente de la Guardia Civil. | EFE

Pedro Sánchez acaba de cerrar una página negra para la Guardia Civil. Ha retirado su competencia en Tráfico en Navarra con lo que abre la puerta a la salida completa de la Benemérita de toda la Comunidad Foral. Sánchez lo hace por exigencia inmediata de Bildu, el partido proetarra. Y lo hace mientras dispara el déficit de guardias en Cataluña y País Vasco por similar exigencia de todo el resto del separatismo.

Pero si la imagen actual es dantesca, la historia previa lo es más. Porque lo cierto es que la exigencia del desmantelamiento de la Guardia Civil fue realizada ya en 2006: la efectuó ETA en las negociaciones con el PSOE materializadas por José Luis Rodríguez Zapatero. Y figura en las actas descubiertas al etarra Thierry porque, como se afirmó en aquel momento por parte de los enviados socialistas, los guardias civiles "sólo obedecen al duque de Ahumada" y de esa manera no había forma de que asumieran más Faisanes.

Sánchez ha cumplido con una exigencia de ETA al asestar su último golpe a la Guardia Civil, tal y como figura en las actas de la banda terrorista. El entonces Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero recibió diversas exigencias de los etarras en aquellas negociaciones. Y los socialistas asumieron importantes cesiones para avanzar hacia lo que el PSOE denomina ahora como el triunfo sobre ETA.

En primer lugar, el Gobierno de Rodríguez Zapatero aceptó la creación de un órgano común que avanzara en la unificación del País Vasco y Navarra: el proyecto de creación de lo que denominan Euskal Herria. En segundo lugar, asumieron la legalización de Batasuna, declarada ya en aquellas fechas como parte de la banda terrorista ETA.

Los enviados de Rodríguez Zapatero igualmente aceptaron excarcelar a De Juana Chaos y a otros etarras enfermos; concedieron a los etarras la eliminación de la Doctrina Parot; aceptaron buscar una solución financiera para que los terroristas dependientes de los pagos de la banda asesina no necesitasen ya la extorsión del impuesto revolucionario; y, por último, asumieron el fin de las detenciones de los terroristas.

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