
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hará balance este martes de sus últimos seis meses en la Moncloa que se han caracterizado por dos polémicas reformas: la sedición y la malversación. La modificación del Código Penal ha sido ratificada este jueves por el Senado y ya sólo queda su publicación en el BOE para que sea efectiva.
En la Moncloa adelantan que Sánchez fijará en el 66,7% el grado de los objetivos cumplidos. Así constará en el informe "cumpliendo" que cuelgan cada semestre en su web. En el Gobierno afirman que la derogación de la sedición es un compromiso que está "desde el principio". "El origen de ese compromiso estaba en una entrevista durante la época de la investidura", afirman fuentes del palacio que añaden que está "recogido en el excel desde el principio".
Es decir, igualan una entrevista en La Sexta a los compromisos que se adquieren en un discurso de investidura ante el Congreso. Lo que sí reconocen es que la reducción de penas para la malversación "no estaba en el marco de los objetivos y no era un compromiso del Gobierno". En la Moncloa añaden que fue fruto de "una iniciativa parlamentaria", tras una enmienda de ERC que luego el PSOE respaldó dando fruto a una transaccional entre ambos.
La realidad es que la enmienda inicial de los separatistas estaba negociada entre el Gobierno, la cúpula de ERC y Unidas Podemos, como reconocen en privado algunos interlocutores. La reforma fue pilotada desde la Moncloa quien optó por recuperar las penas anteriores a 2015. Desde ahora, el castigo máximo para la malversación sin ánimo de lucro se rebajará a 4 años, cuando hasta ahora se podían imponer hasta 8 años.