El tiempo apremia. La legislatura se acaba y la disolución de las Cortes está más cerca pero el Gobierno tiene varios compromisos legislativos atascados en el Congreso. Tras la aprobación de los Presupuestos, los socialistas se dieron varias semanas para desencallar algunas de las más polémicas pero sólo consiguieron que saliese adelante la Ley Trans.
Ahora, se proponen retomar las negociaciones para sacar adelante una de las más complejas: la Ley de Vivienda. Pese a que enero es mes inhábil en el Congreso, las negociaciones siguen para transaccionar las más de 860 enmiendas que los socios presentaron a la norma que salió del Consejo de Ministros.
Las negociaciones son a varias bandas e intervienen los ministerios de Presidencia, con Félix Bolaños, y de Transportes y Agenda Urbana, con Raquel Sánchez. "Por las fuerzas progresistas no va a quedar aprobar esta ley en las próximas semanas", afirmaba la ministra catalana que auguraba que están "en la recta final, muy cerca de alcanzar un acuerdo".
Las norma pretende regular los precios en las llamadas "zonas tensionadas", pese a que varias comunidades del PP ya han advertido que no piensan aplicarla. La definición de este tipo de estas demarcaciones y el cómo intervenir en el precio es lo que han creado más discusiones entre los socios. Desde el sector socialista prometen "la máxima seguridad" para que la norma no se vea "rodeada de numerosos recursos judiciales", pero evitan aclarar cómo será el acuerdo.
Otras que no están estancadas
Más complicado está el acuerdo en torno a la derogación de la Ley de Seguridad Ciudadana, la llamada Ley mordaza para la izquierda. Los socialistas se mantienen en defender las devoluciones en calientes en caliente y que se puedan usar pelotas de goma para dispersar disturbios. ERC, Bildu y Unidas Podemos quieren derogar estos artículos y no están dispuestos a respaldar una norma que incluya estos supuestos.
También siguen las diferencias en torno a la Ley de Bienestar Animal. Los socialistas aprobaron una enmienda, con el respaldo de PP, PNV, Vox y Ciudadanos, para dejar fuera a los perros de caza. La decisión no gustó a Unidas Podemos que amenaza con votar en contra de la norma de Ione Belarra. Sin embargo, en el PSOE se trata de una línea roja que compromete a centenares de alcaldes en la España interior, donde la caza es una afición y el sustento de muchas personas.
En Ferraz recuerdan "como la peor semana" cuando se anunció que los perros de caza estaban afectados por la norma. Decenas de concejales, alcaldes y aficionados a la caza llamaron a la sede para hacer presión. También fue decisiva la actitud de algunos barones, como Emiliano García Page o Javier Lambán, para pedir que se incluyese una enmienda.
Otras que pasan
Hay otras Proposiciones de ley, registradas por otros partidos, que salieron adelante en el Congreso pero que están empantanadas en Comisión. Una de ellas es la Ley de la ELA, iniciativa de Ciudadanos, que no tiene visos de salir pese a que cada año se diagnostican 900 nuevos casos de esta enfermedad mortal. También siguen estancada la Ley de Mecenazgo, auspiciada por el PDeCAT, o la de Salud Mental, propuesta por Unidas Podemos.