
Vox ha condenado los actos violentos registrados en Brasil, varias horas después de que se produjeran. Ninguno de los dirigentes del partido se pronunció anoche sobre lo ocurrido, como sí hicieron Pedro Sánchez o Alberto Núñez Feijóo a través de twitter. Esta mañana, el vicepresidente Jorge Buxadé ha asegurado que "condenan toda la violencia", al ser preguntado en rueda de prensa por los periodistas.
"Condenamos toda la violencia ejercida contra las instituciones democráticas, pero toda la violencia, a diferencia de la izquierda europea y, en especial, la española", ha criticado recordando que en otras ocasiones el Gobierno de Pedro Sánchez ha evitado pronunciarse sobre actos violentos ejercidos contra gobiernos de derechas.
Buxadé ha puesto de ejemplo las protestas registradas en Chile en 2019 contra el entonces presidente, Gabriel Boric, o las encabezadas por el ahora presidente de Colombia, Gustavo Petro, cuando estaba en la oposición en 2020. Entonces, la izquierda evitó pronunciarse o condenar los hechos. "Hasta que no condenen Venezuela, Cuba o Nicaragua, la izquierda no va a darnos ninguna lección moral", ha advertido.
El vicepresidente de Vox ha recordado que el propio Jair Bolsonaro ha rechazado la toma del Congreso, el Palacio Presidencial y la Corte Suprema por parte de algunos de sus partidarios que denuncian que se ha cometido un fraude electoral y rechazan el resultado que dio la victoria a Lula da Silva en las elecciones celebradas en el país hace un mes.
En línea con lo dicho por la portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra, que ha sido muy criticada por el PSOE al recordar que en España el Gobierno de Pedro Sánchez ha eliminado el delito de sedición que podría aplicarse a los asaltantes del Congreso en Brasil, Buxadé se ha preguntado "qué sucederá" en 2023 cuando "el PSOE y sus socios de la conspiración pierdan las elecciones" si también se produce un intento de asalto al Congreso.
"¿Qué mecanismos tiene el Estado para luchar contra ese alzamiento?", se ha preguntando el vicepresidente de Vox después de que el Gobierno haya eliminado la sedición y haya reducido la malversación. "Nos han dejado inermes, eso es lo que nos debería preocupar", ha criticado.