"Nadie lo sabe y si alguien dice que sabe algo, miente", así se expresaba un ministro sobre las las quinielas de la crisis de Gobierno que prepara el presidente. Sólo se tiene la certeza de que Pedro Sánchez va a hacer una remodelación para sacar a la ministra de Sanidad, Carolina Darias, y a la de Industria, Reyes Maroto. El resto, es una incógnita. Nadie sabe si habrá más carteras afectadas o si el presidente va a aprovechar para hacer algún fichaje estrella que sirva como revulsivo para el final de la legislatura.
La duda sobre quién será el próximo ministro orbita en el PSOE y en el Gobierno. En los mentideros se ha puesto a circular el nombre de Manuel de la Rocha, actual secretario general de Asuntos Económicos —lo que antes era la oficina económica del presidente—, como próximo ministro de Industria.
Sin embargo, en el Gobierno dudan de este nombramiento porque es una persona "clave" en la organización de la presidencia de turno de la UE que comienza a partir del segundo semestre. "A Sánchez le costaría mucho desprenderse de él", afirman algunas personas que conocen las interioridades de Industria y los preparativos para el gran evento internacional del Gobierno para finalizar la legislatura.
En Sanidad no se esperan muchas sorpresas. Las miradas en el PSOE están puestas en la actual secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón, una epidemióloga sevillana que ha ejercido como concejal y diputada en Andalucía. De ella, destacan su preparación. Su nombramiento permitiría continuar la paridad que tanto gusta al presidente y, además, la cartera de Sanidad volvería a estar regida por una titulada en Medicina.
Blanco, nuevo hombre fuerte en Industria
El nuevo ministro o ministra de Industria se va a encontrar una cartera remodelada en las últimas semanas. En el último Consejo de Ministros del año se aprobó el cese del secretario de Estado de Industria, Raül Blanco, y su sustitución por Pachi Blanco. Se trata de un senador asturiano que ejerció como consejero de Industria en el Principado de Asturias con Javier Fernández como presidente.
El primer Consejo de Ministros aprobó el nombramiento de Luis Colunga como nuevo comisario para el PERTE de la descarbonización de la Industria. Se trata de otro asturiano que ejerció como director general de Industria de Javier Fernández y a las órdenes directas de Blanco. Ahora, Colunga dirigirá uno de los PERTE con más cuantía: más de 3.100 millones y que refuerzan a Blanco como nuevo hombre fuerte del ministerio.
Ese mismo día, el Gobierno aprobó el nombramiento de Jordi Carbonell como máximo responsable del PERTE de alimentación. Si Colunga fue director general de Industria en el Gobierno asturiano, Jordi Carbonell lo fue en la Generalidad de Pasqual Maragall y José Montilla. Es decir: dos ex altos cargos de gobiernos socialistas para dirigir los PERTE publico-privados en los que el Gobierno va a invertir los fondos europeos.
Remodelación en el equipo de Óscar López
El otro nombramiento se produjo en el edificio Semillas, el ala oeste de la Moncloa. La nueva jefa de gabinete del jefe de gabinete del presidente del Gobierno será Pilar Sánchez Acera. Es decir, ella será la número dos de Óscar López. Hasta este momento, esa labor la venía desarrollando Sonia Plaza, una periodista que había trabajado en Telecinco y había sido jefa de nacional de la Cadena SER.
Plaza ha dejado su puesto para ser la nueva dircom de Iberia. La encarga de relevarla aterrizó en diciembre en la Moncloa para trabajar a las órdenes de López. A diferencia de Plaza, Sánchez Acera no viene del sector privado ni es independiente. Su CV pasa por la Asamblea de Madrid. Allí llegó a ejercer de portavoz adjunta del PSOE de Madrid.