
No hay dos sin tres. Pese al fracaso de la estrategia en Madrid y en Andalucía, el PSOE volverá a alertar del "miedo" a Vox durante la campaña de las autonómicas y municipales. La dirección socialista cree que tras el 28-M los ejecutivos monocolor serán "muy complicados", así que tratarán de vender una disyuntiva al electorado de izquierdas: O Gobierno progresista o participado por Vox.
El PSOE ya ha empezado a pergeñar su campaña. El pasado viernes, Pedro Sánchez se reunió con los ministros del ala socialista y con la Ejecutiva del partido. Este lunes, comenzaba el primer comité de campaña en Ferraz con un tema central sobre la mesa: el plan anti-abortista de la Junta de Castilla y León. Los socialistas se aferran como un clave ardiendo a esta polémica para tratar de reactivar a sus bases y, de paso, desviar el foco de otros asuntos como la malversación o la rebaja de penas a violadores por la ley del "sí es sí".
Escenarios distintos
La estrategia del PSOE de alertar sobre Gobiernos participados por Vox no es nueva. Ya la desplegaron en Madrid, donde Isabel Díaz Ayuso rozó la mayoría absoluta, o el caso más paradigmático, Andalucía, donde Juanma Moreno pulverizó todos los resultados del PP con 58 asientos frente a los 30 del PSOE. El "miedo" a Vox consiguió movilizar a votantes socialistas que se inclinaron por la papeleta del PP para evitar que Macarena Olona fuese la vicepresidenta de la Junta.
Sin embargo, en Ferraz defienden volver a replicar este plan porque en esta ocasión "son escenarios distintos " y difieren de la campaña en Andalucía. La estrategia del PSOE pasará por denunciar que en Castilla la Mancha, Extremadura, Comunidad Valenciana, Baleares, Asturias o La Rioja, el PP necesitará "sí o sí" a Vox para poder alcanzar el ejecutivo regional. "Los llevarán del brazo porque los necesitan para gobernar", añaden en la dirección.
Parte de este argumentario ya se ha desvelado. El propio Sánchez alertaba este fin de semana desde Sevilla de los problemas que acarrearía la "coalición del miedo". Mientras que este lunes, desde la sede del PSOE, la portavoz de la Ejecutiva, Pilar Alegría, denunciaba que Feijóo "es rehén de Vox".
Contra Mañueco
Mientras el partido alerta, el Gobierno se centra en tratar de estirar el chicle del protocolo antiabortista puesto en marcha por la Junta de Castilla y León. Además de denunciar las contradicciones entre el presidente y su número dos, la Moncloa busca el cuerpo a cuerpo con Alfonso Fernández Mañueco y Juan García Gallardo.
Este domingo, el ministerio de Sanidad envió un requerimiento al Gobierno de Mañueco La Junta tiene hasta 60 días para responder. Si no se retracta, lo siguiente será una comisión con representantes del Gobierno central y también del autonómico. Éste sería el último paso para tratar de llegar a un acuerdo. De ahí, se pasaría a la vía contenciosa
Esta estrategia tampoco es nueva. Ya la aplicaron a Murcia cuando el Ejecutivo regional anunció que aplicarían el llamado PIN parental. En aquella ocasión, el Gobierno de Fernando López Miras se retractó tras el envío del requerimiento y no fue necesario pasar a la siguiente fase. Ahora, están a la espera aunque se puede tardar meses. Los que necesita el PSOE para prolongar esta polémica durante la pre-campaña.