
Hasta este momento, el PSOE había creado un perímetro de seguridad para eludir cualquier tipo de respuesta sobre el caso Azud: sólo afecta a gente que ya no estaba en primera línea y han dejado sus responsabilidades en el PSPV. Pero las novedades destapadas por Libertad Digital y El Mundo empiezan a comprometer al presidente valenciano, Ximo Puig y a su tesorero.
En Ferraz aseguran que hay tranquilidad y que confían en su líder en la Comunidad Valenciana. De hecho, el presidente valenciano no ha llamado para dar explicaciones, ni el tema se ha tocado en el Comité Electoral que este lunes se ha reunido en la sede del PSOE. "Hay que ser prudentes a la hora de emitir cualquier opinión sobre un asunto sobre el que no se conoce cualquier tipo de fallo judicial", ha afirmado la portavoz de la Ejecutiva y ministra de Educación, Pilar Alegría.
Es decir: no hablarán mientras esté en fase de instrucción pero lo cierto es que el PSOE ha hecho política con casos que afectaban al PP, sin necesidad de esperar a la sentencia judicial. Así pasó con Bárcenas, Púnica, Lezo o Gürtel, donde los portavoces cargaban contra la corrupción de Génova y comentaban cualquier tipo de novedad.
Alegría ha prometido "contundencia", si se acaban imputando a algunos de los cargos del PSOE. "Seremos absolutamente implacables", ha añadido añadiendo que esa es la marca de los socialistas. Lo cierto es que, pese a la tranquilidad que intentan aparentar, hay un cierto temor en el partido. Puig incluso ha sacrificado a su número dos, Manolo Mata, para que se dedique sólo a su defensa judicial.
Valencia se complica
Queda por ver si estas novedades acaban por afectar al PSPV. Hasta ahora, el PSOE confiaba en un tercer mandato de Ximo Puig. Allí, los ojos estaban pendientes de Unidas Podemos que necesita un 5% para entrar en Las Cortes. La formación morada es necesaria si quieren revalidar el llamado pacto de "Botanic".
También se esperaba una bajada de Compromís, tras la dimisión de la exvicepresidenta del Gobierno valenciano, Mónica Oltra, por el caso de los abusos sexuales de su marido a una menor tutelada. Pese a todo, la formación nacionalista se había repuesto al nombrar a su portavoz en el Congreso, Joan Baldoví, como próximo candidato en las elecciones autonómicas.
Más dudas había sobre un tercer mandato de Compromís al frente de la alcaldía de Valencia. Los socialistas esperaban en mayo conseguir el bastón de mando y desplazar al regidor Joan Ribó. La elegida es Sandra Gómez, actual vicealcaldesa de Valencia, y uno de valores en alza en el PSPV.