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El galgo sale de la ley animalista pero el podemita García Torres se queda

El director general de Derechos de los Animales recula en su promesa de dimitir si los perros de caza quedaban fuera de la ley.

El director general de Derechos de los Animales recula en su promesa de dimitir si los perros de caza quedaban fuera de la ley.
El director general de los Derechos de los Animales, Sergio García Torres, y la secretaria de Estado para la Agenda 2030, Lilith Verstrynge. | Europapress

El principal impulsor de la ley de Bienestar animal, el director general de Derechos de los Animales, Sergio García Torres, aseguró el pasado mes de junio durante el I Congreso de Derecho de los Animales en el Colegio de Abogados de Madrid que dimitiría y tumbaría la ley de Bienestar Animal si los perros de caza y otros animales de trabajo quedaban excluidos, según la enmienda presentada por el PSOE y aprobada aprobada el pasado 22 de diciembre en la Comisión de Derechos Sociales.

"Una ley estatal que excluya a los animales de actividad cinegética no va a salir de nuestro departamento. Antes de eso, yo lo digo públicamente, la ley se tumbaría y yo dimito", señalaba por aquel entonces García Torres.

Pero parece que García Torres ya no está tan dispuesto a renunciar a un salario anual de más de 86.108 euros (56.850 netos o 4.737 euros netos al mes si lo dividimos en doce pagas), que es exactamente lo que se embolsó en 2021. Tal vez tenga algo que ver el hecho de que según los datos que ofrece el portal de la transparencia del Gobierno, Sergio Torres no tiene ninguna formación relacionada con su puesto pese a dirigir un departamento que cuenta con un presupuesto de más de 7 millones de euros, un puesto en el que le colocó Pablo Iglesias cuando era vicepresidente segundo del Gobierno.

Ha asegurado en una entrevista en Nius Diario que Podemos sigue negociando con el PSOE para que retiren su enmienda, pero cuando le preguntan por su promesa de dimitir, García Torres ya no es tan tajante: "Para un cargo público como el mío la dimisión siempre está sobre la mesa para cualquier momento que pueda ser necesaria. Y para mí, incluso en lo personal, no sería nada lamentable, todo lo contrario. Pero bueno, vamos a ver cómo termina la ley, vamos a ver qué necesidades requiere luego, porque esta ley después hay que reglamentarla", puntualiza.

"Nos queda menos de un año de legislatura y por lo menos nosotros y nosotras, cuando hacemos una norma, queremos que esté terminada al 100% y su reglamentación es parte de la ley. Creo que el trabajo no se puede quedar hecho a medias. Así que sí, la posibilidad de dimisión siempre está sobre la mesa, pero también la responsabilidad de terminar el trabajo que se ha venido a hacer y que se ha empezado", ha señalado.

Y mientras García Torres recula en sus promesas, queda por saber si Podemos cumplirá las suyas y finalmente votará en contra de su propia ley cuando se ratifique en el Congreso posiblemente a finales de enero o principios de febrero.

"El PSOE también debe valorar si hay apoyos suficientes, porque yo creo que esto es una cuestión que no solo compete a los socios de gobierno, sino también a las organizaciones, a los grupos parlamentarios que están en el Congreso, que respaldaron en su momento la investidura de este Gobierno, y que muchos de ellos no valoran apoyar una ley en la que se excluya a los perros de caza, y son grupos parlamentarios que son necesarios. Así que, bueno, ahora mismo la pelota está en el tejado del Partido Socialista y esperamos que rectifique", ha señalado García Torres.

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