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Tras unos días sin sondeos dedicamos nuestro análisis de encuestas a ver la importancia que han tenido las citas electorales para mover el voto.

Por qué las elecciones de mayo serán claves para las generales

Tras unos días sin sondeos dedicamos nuestro análisis de encuestas a ver la importancia que han tenido las citas electorales para mover el voto.

En los últimos días y tras la catarata de las dos primeras semanas del año ha habido una tregua en la publicación de sondeos para las elecciones generales, así que sin datos nuevos que analizar dedicamos nuestro comentario semanal sobre encuestas a examinar lo que nos dice la evolución de los estudios demoscópicos en un plazo más largo.

Aprovechamos para ello la media de encuestas que publica la web especializada Electográfica y estudiamos, partido por partido, qué ha hecho dar grandes cambios a la intención del voto en los últimos dos años.

El PP ha sido, probablemente, el que ha tenido una relación más agitada con la demoscopia con mayores subidas y bajadas. Sus mejores momentos han venido marcados por las elecciones: la convocatoria de Isabel Díaz Ayuso en marzo de 2021 marcó un giro al alza que se mantuvo hasta después de su espectacular resultado electoral. Y ya en 2022 el gran resultado de Juanma Moreno volvió a catapultar a los populares.

Entre medias, el único acontecimiento que supuso un terremoto en la intención de voto fue la crisis desatada por el espionaje a Díaz Ayuso, que acabó con la salida de Pablo Casado y Teodoro García Egea. Una cataclismo que tuvo gran intensidad y afectó también a PSOE y Vox –mejorando sus expectativas– pero que se disipó con gran rapidez cuando los populares resolvieron su crisis de forma exprés.

Tras eso el PSOE volvió a caer con fuerza por las elecciones andaluzas y lo mismo hizo Vox con el fiasco de Macarena Olona.

En resumidas cuentas, resulta evidente que –excepto acontecimientos imprevisibles y poco probables– los resultados electorales son la gran clave que está haciendo moverse la intención de voto y en el último domingo de mayo no se celebran unas elecciones autonómicas sino una docena y, además, las municipales.

La percepción de ese resultado y el hecho que se destilará no sólo la noche del 28 de mayo sino durante los meses siguientes, cuando se concreten los gobiernos autonómicos y municipales, será totalmente decisivo en cómo llegue la intención de voto al final del año y las generales de diciembre.

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