La excarcelación de violadores como consecuencia de la polémica ley del ‘sólo sí es sí’ no cesa, y lo más grave es que, como ya advirtieron algunos, muchos de ellos son reincidentes o con alto riesgo de reincidencia. Este mismo martes, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha hecho públicos los autos en los que la Audiencia de Lérida confirma las rebajas de condena de hasta seis agresores, entre ellos un peligroso depredador sexual, acusado de atacar a nada menos que 19 mujeres, entre ellas, varias menores.
Se trata de Daniel P.G., un hombre que ha visto reducida su última condena de 15 años a 6 años y seis meses, gracias a la norma impulsada por Irene Montero. Tal y como recoge la hemeroteca de los principales periódicos catalanes, este individuo cometió su primera violación cuando tenía 14 años. No fue la única. Por aquellas fechas, violó a un total de seis mujeres y fue internado en un centro de menores de Barcelona.
Sin embargo, lejos de rehabilitarse, el joven aprovechó los permisos que le concedían para cometer otras once violaciones en Barcelona. Cuando en 2008 salió finalmente de prisión, volvió a agredir a otras dos jóvenes de 16 y 17 años en Lérida. Estos hechos, le valieron una nueva condena de 15 años de prisión, pero, tras la entrada en vigor de la ley del ‘sólo sí es sí’, su castigado se ha visto reducido a 6 años y seis meses, lo que implica su inmediata puesta en libertad. El tribunal no esconde su preocupación, pero remarca que "en ausencia" de disposiciones adicionales en la ley que obliguen a mantener las penas, la Constitución y el Código Penal obligan a la rebaja de condenas cuando la legislación sea más favorable para el condenado.
El peligroso pederasta del ‘caso Raval’
Su caso no es el único que preocupa a las fuerzas de seguridad y, más concretamente, a los Mossos. Según ha trascendido, el pasado 5 de enero un peligroso condenado por pederastia y tentativa de homicidio también fue excarcelado, a pesar de que los servicios penitenciarios alertaron de "un elevado riesgo de reincidencia delictiva violenta". Se trata de Roberto M. J, condenado en 2005 tras confesar que había abusado de dos niños de 11 y 14 años. Durante el juicio, reconoció que les había obligado a realizarle una felación y que, después, los había lanzado al canal de Seròs.
Al igual que el anterior violador, el pederasta había cometido los abusos sexuales durante un permiso penitenciario mientras cumplía condena por su implicación en el conocido ‘caso Raval’, una de las mayores tramas de pederastia jamás desarticuladas en España, con más de 30 víctimas. Posteriormente, también sería acusado de un delito de homicidio en grado de tentativa tras atacar a uno de sus compañeros de la prisión con una cuchilla.
Su puesta en libertad, a pesar de los alarmantes informes penitenciarios, ha puesto en jaque a las fuerzas de seguridad. Cuando fue condenado por última vez, no existía la "libertad vigilada", por lo que lo único que pueden hacer los Mossos -en caso de que siga en Cataluña- es un "seguimiento no invasivo". Según explican a Libertad Digital, se da un aviso a todas las patrullas, a las que se distribuye su foto, para que, en caso de cruzarse con él, puedan controlar sus movimientos.