
Pedro Sánchez ha logrado los honores de la portada en una de las cabeceras más influyentes del mundo, pero no ha sido ni por su extensa agenda internacional, ni por su papel presuntamente protagonista en las cumbres europeas, ni siquiera por ese Foro de Davos en el que, según dijo el propio presidente del Gobierno, todo el mundo le preguntaba por su exitosa política económica. No, ha sido por un asunto mucho menos grato para el inquilino de Moncloa: la ley del "sólo sí es sí".

Un artículo del Financial Times, que incluso se cuela en la portada del periódico, describe como la "ley de consentimiento sexual" está resultando "contraproducente para el Gobierno", a pesar de que desde el entorno del Ejecutivo "culpan a los jueces por aplicarla incorrectamente".
Según el corresponsal del diario en Madrid, Sánchez está "sumergido en una tormenta política" después de las múltiples liberaciones de agresores sexuales. "Inesperadamente la ley ha llevado a la reducción de penas de algunos peligrosos criminales", lo que ha "desatado la indignación pública".
El artículo explica la difícil situación en la que se encuentra Sánchez después de la ley se haya "convertido en un lastre" al inicio de un año electoral y las presiones de sus socios de "izquierda radical" de Unidas Podemos, que ven "la ley como uno de sus logros y se resiste a cambios significativos".
En su explicación, Financial Times recoge declaraciones de Félix Bolaños explicando que el Gobierno va a cambiar la ley; las de Pablo Echenique desbarrando sobre las leyes previas y las propuesta que ha hecho el PP de colaborar con la aprobación de la rectificación si Unidas Podemos se niega a votarla.
Finalmente, recurre a un experto de una empresa consultora que explica que, pese al furor de las declaraciones, Podemos no va a romper el Gobierno pero que Sánchez se encontraría más cómodo hablando de economía.