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Batalla terminal en el partido de Pujol, Mas y Puigdemont: la Convergencia de Trias contra la plataforma de Borràs

ERC y la CUP no acompañarán al TSJC a Borràs, acusada de prevaricación y malversación por contratos troceados; Trias es duda para la cita.

ERC y la CUP no acompañarán al TSJC a Borràs, acusada de prevaricación y malversación por contratos troceados; Trias es duda para la cita.
El alcaldable de JxCat por Barcelona, Xavier Trias saluda a Jordi Pujol. | EFE

Junts per Catalunya (JxCat), el partido de Puigdemont, está en horas bajas. El viernes comienza el juicio en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) en el que se acusa a Laura Borràs, presidenta de la formación, de los delitos de prevaricación y falsedad documental por unos contratos presuntamente fraccionados para beneficiar a un amigo de Borràs en los tiempos en que la presidenta del Parlament suspendida de funciones presidía la "Institució de les Lletres Catalanes". Ni ERC ni la CUP acompañarán en su entrada al juzgado.

Será la primera vez que los partidos separatistas no formen parte del desfile intimidatorio con el que comienzan todos los juicios relacionados con dirigentes de su cuerda. Tanto ERC como la CUP ya han dejado claro que no formarán parte de la comitiva. A diferencia de lo que sostiene Borràs por activa y por pasiva, ni los republicanos ni los separatistas antisistema consideran a la dirigente de Junts una represaliada en la que consideran "causa general" contra el independentismo.

La portavoz de ERC, Marta Vilalta, ha dejado claro que su partido entiende que a Borràs se la va a juzgar por una "mala praxis" en la gestión de recursos públicos. También lo consideran así en la CUP. De modo que Borràs sólo contará con el apoyo de dirigentes y militantes de su partido en la "procesión" hasta el TSJC. Pero ni siquiera está claro que la representación de JxCat vaya a ser de primer nivel. El secretario general de la formación, el indultado Jordi Turull, ha cursado una carta a los militantes (en torno a cinco mil afiliados) para que acudan a prestar apoyo a Borràs. Se han dispuesto autobuses a precios populares para tratar de montar una manifestación ante la sede judicial, pero hay dudas más que razonables sobre la presencia del "nuevo activo" del partido, el exalcalde de Barcelona y candidato a la alcaldía de la capital catalana Xavier Trias.

Borrar las siglas de JxCat

Y es que Trias pretende para su campaña borrar las siglas de su partido y alejarse de la línea dura encarnada por Borràs y Puigdemont. No quiere que sus opciones de recuperar la alcaldía (según las encuestas va en cabeza pero Colau y el socialista Collboni le pisan los talones) se vean mermadas por las siglas y por la trayectoria descendente del sector capitaneado por Borràs, a la que acusan internamente de pretender convertir JxCat en una plataforma de carácter personal.

Trias presentó el lunes su candidatura en un acto en el que se dejó fotografiar con Jordi Pujol y Artur Mas. También estaban presentes Laura Borràs y Jordi Turull, pero el propósito de Trias es desmarcarse del proceso separatista y reaparecer en política como un dirigente sensato, ajeno a las "jugadas maestras" del independentismo y con el único objetivo de desbancar a Colau, no el de convertir Barcelona en el ariete del "procés". La gestión de Colau durante los últimos ocho años es la principal baza de Trias, que no quiere que su campaña se vea contaminada por los excesos retóricos de los dirigentes de su partido alineados con Borràs, como el abogado Jaume Alonso Cuevillas, al que ha negado su ingreso en la candidatura.

De ahí que a dos días de la comparecencia judicial de Borràs no esté en absoluto claro que Trias vaya a participar en la muestra de adhesión inquebrantable a la presidenta del partido. Y más cuando no se la juzga por nada relacionado con su gestión en la presidencia del parlamento autonómico vinculada a la agenda procesista, sino por un caso de contratos troceados.

Un partido menor y dividido

La brecha entre JxCat y el resto de partidos independentistas es ya elemento consustancial de la política catalana. Este martes, JxCat anunciaba una enmienda a la totalidad de los presupuestos autonómicos pactados entre ERC y el PSC con el apoyo de los podemitas, llamados comunes en Cataluña. La novedad es la fractura en el seno de JxCat entre quienes se declaran "borrasistas" y quienes apuestan por tácticas más pragmáticas y menos personalistas. De la vieja Convergencia han surgido dos corrientes, la de Puigdemont y Borràs y la de quienes pretenden recuperar el espíritu convergente, el gen del poder que dominó la escena pública catalana durante más de tres décadas. Y las opciones de supervivencia del partido, que dista mucho de tener la implantación y hegemonía que alcanzó con Pujol y mantuvo a duras penas con Mas, pasan por el éxito de Trias frente a Colau y en menor medida por retener la alcaldía de Gerona, encomienda que el partido ha encargado a Gemma Geis, exconsejera de Universidades, tras la retirada de la actual alcaldesa, Marta Madrenas. Ambas, Madrenas y Geis, son personas de la confianza de Puigdemont, apartado de la vida de partido en favor de la querulancia en las instituciones y tribunales europeos.

El peso del PdeCat

La mayoría de los municipios que aún gobierna el nacionalismo "clásico" están en manos del PdeCat, el primer residuo generado por la extinción de Convergencia que hace cuatro años era el partido de Puigdemont y Mas. En ese periodo, JxCat ha copado el terreno convergente en el parlamento catalán, en el Congreso y en el Parlamento Europeo. Pero el "territorio" y los recursos dependen de alcaldes convergentes que fueron elegidos encabezando listas del PdeCat. JxCat trata de llegar a un acuerdo global con ellos. Y la zanahoria es Trias, alguien que puso como condición para ser candidato de JxCat en Barcelona la censura absoluta de sus siglas.

La cita judicial del viernes es crucial al respecto. Borràs, partidaria de echarse al monte, comparece ante el TSJC por un caso ajeno al proceso, pero lo que está en juego no es su cargo de presidenta del partido y del Parlament, sino el futuro de Convergencia, el referente que un sector cada vez más amplio de una cada vez más mermada formación trata de rescatar para recuperar lo que le ha "robado" ERC.

Entre tanto, Borràs acusa a ERC de "juez español", dice que es normal que no la acompañen ante el TSJC porque ya la condenaron al apartarla cautelarmente de la presidencia del parlamento catalán. Y en cuanto a Trias, ella ha dicho en TV3 que el candidato por Barcelona ya le expresó su apoyo en el acto de presentación de candidatura.

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