Menú

Agresores sexuales en cárceles de mujeres gracias a la Ley Trans: el asesino y violador que ya ha pedido su traslado

La despatologización impulsada por Montero deja la puerta abierta a que los violadores puedan solicitarlo con solo cambiar su nombre en el Registro.

La despatologización impulsada por Montero deja la puerta abierta a que los violadores puedan solicitarlo con solo cambiar su nombre en el Registro.
Jonathan de Jesús Robaina, durante el juicio | EFE

La reciente dimisión de la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, ha puesto sobre la mesa otro de los puntos más controvertidos de la Ley Trans: ¿a qué cárcel deben ir los presos que cambian de sexo? A pesar de que ella misma ha querido desligar su decisión de la polémica suscitada en el país, lo cierto es que los analistas creen que es precisamente el desgaste sufrido por este asunto el que ha precipitado su caída y, más concretamente, la alarma generada tras descubrir que varios agresores sexuales habían sido internados en cárceles de mujeres.

En el caso de España, lo que sucederá de ahora en adelante con los presos transexuales es una incógnita. "La última instrucción que tenemos es del año 2006 y, sinceramente, no tenemos ni idea de lo que va a pasar, pero desde luego que, con la ley en la mano, debería ser el preso el que decidiera si quiere ir a una cárcel de mujeres o de hombres, en función de lo que sienta en ese momento", aseguran fuentes sindicales de prisiones.

La mencionada instrucción dejaba la decisión en manos de los "preceptivos informes de valoración médica y psicológica". Sin embargo, la nueva Ley Trans consolida su despatologización, eliminando la intervención de cualquier profesional sanitario y dejando claro que todas las personas que se cambien su nombre en el Registro tendrán derecho a ser tratadas conforme a su nueva identidad. Así pues, a la espera de que el Gobierno se pronuncie al respecto y aclare si tiene previsto incluir alguna excepción en el desarrollo de la ley, todo parece indicar que cualquier hombre que se declare trans podrá ser internado en una cárcel de mujeres.

El caso de Jonathan

La polémica amenaza con avivarse en los próximos días, puesto que en España ya hay al menos un caso sobre la mesa. Se trata de Jonathan de Jesús Robaina, condenado a 38 años de prisión por violar y matar a martillazos a su prima Vanessa Santana, de 21 años. Una vez cometido el crimen, el individuo pasó a llamarse Lorena y reclamó ser juzgado como mujer e ingresar en una cárcel de mujeres.

El primer punto fue rechazado de plano y, de hecho, la nueva normativa tampoco lo permitiría. El segundo, sin embargo, es una incógnita. El pasado 31 de enero, la Alianza Contra el Borrado de las Mujeres se dirigió al Ministerio del Interior para averiguar qué decisión se había tomado al respecto. "Ese dato pertenece a la parcela más íntima y personal", fue la respuesta que la organización feminista recibió por parte del Gobierno.

Según ha podido saber Libertad Digital, el preso fue ingresado hace unos meses en la cárcel que le correspondía antes de cambiar de género, pero internado en un "módulo de respeto", para salvaguardar su intimidad. Se trataba de una medida provisional hasta que se resolviera definitivamente su expediente. Sin embargo, con la aprobación de la Ley Trans, las feministas temen que sea trasladado a una cárcel de mujeres -si es que no ha sido trasladado ya-, donde, según denuncian, las presas tendrán que convivir con un agresor sexual "se llame como se llame".

El escándalo en Escocia

En Escocia, la polémica se inició hace tan solo unas semanas, cuando se descubrió que Isla Bryson, condenada por una doble violación cuando se llamaba Adam Graham, había sido encarcelado en una prisión de mujeres. Tras verle con peluca rubia y pantis de licra, su propia exmujer aseguró en el Daily Mail que su marido estaba "burlándose de las autoridades".

El caso generó una oleada de críticas que hicieron que el preso fuera trasladado a un centro penitenciario para hombres y que obligaron a la propia Sturgeon a condenar públicamente la posibilidad de que un violador pudiera acabar en una cárcel para mujeres. Sin embargo, su caso no era el único. Pronto saltó a la prensa el historial de Tiffany Scott, conocido como Andrew Burns antes de cambiar de género y acusado de abusar sexualmente a una niña de 13 años.

Según publicó la prensa escocesa, otros tantos expedientes se encontraban en revisión, por lo que el Servicio de Prisiones se vio obligado a emitir un comunicado en el que suspendía el acuerdo de "inclusión" alcanzado con la Scottish Trans Alliance y anunciaba que todos los presos cumplirán condena en cárceles acordes a su "género de nacimiento". La medida fue respaldada públicamente por el secretario escocés de Justicia, Keith Brown, lo que habría terminado por empujar a Sturgeon a presentar su dimisión.

Temas

En España

    0
    comentarios