El presidente asturiano, Adrián Barbón, tenía un plan para que sus elecciones autonómicas fuesen un paseo. Consistía en cortar la cinta inaugural del AVE con Madrid en plena pre-campaña. Después de casi 20 años de obras y retrasos, Transportes había fijado para el mes de mayo la inauguración de la línea de alta velocidad que conectaría Asturias con Madrid.
El Gobierno del Principado incluso había encargado una campaña de marketing para promocionar la llegada del AVE. Incluso le dedicó el stand de Fitur, conscientes del impacto que tendría sobre el turismo unir Oviedo y Madrid en un recorrido de apenas tres horas. Sin embargo, a finales de enero el ministerio de Transportes rectificó sine die la inauguración.
Y comienza el "Fevemocho"
El presidente asturiano estalló y pidió responsabilidades, consciente de que habían arruinado el punto fuerte de su campaña. Transportes lo liquidó mandando a la secretaria de Estado, Isabel Pardo de Vera, a dar las explicaciones y a prometer que en algún momento de este año entraría en vigor la alta velocidad.
"¿Me ha arruinado la campaña? Evidentemente que el AVE abriera era una fortaleza pero con las explicaciones técnicas que nos ha dado, las explicaciones son entendibles", afirmaba hace unas semanas Barbón durante un desayuno informativo en Madrid.
Lo que no sabía el presidente asturiano es que de esa rueda de prensa de Pardo de Vera en Oviedo iba a salir otro escándalo. La prensa asturiana le preguntó por unos trenes de FEVE encargados hace más de dos años.
Sus vagas explicaciones provocaran que el diario El Comercio empezase a investigar y descubriese que los trenes encargados no cabían en los túneles. Tras varios días de silencio en Asturias, el presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, arremetía contra el Gobierno y a los pocos días se sumaba Barbón.
Bajada en las encuestas
El ministerio de Transportes pasaba a ser el peor enemigo de Barbón. Las encuestas empezaban a resentir la marca PSOE en Asturias, la comunidad, junto a Canarias, donde tenían los mejores sondeos de cara a mayo.
El PSOE seguiría siendo la primera fuerza pero el PP sube gracias a la desaparición de Ciudadanos. El nuevo candidato del PP, Diego Canga, un exburócrata de Bruselas, todavía tiene un alto grado de desconocimiento. A favor del presidente del Principado también cuenta que las encuestas internas muestran que los asturianos prefieren a Barbón que a Canga.
El resto de partidos de centro-derecha también crecen. Vox sube pese a que acaba de ser descabezado y se enfrenta a un nuevo liderazgo. Foro Asturias resiste con una ligera subida impulsada por la vuelta de la exalcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón. En privado, los socialistas hablan de un "efecto Moriyón" también a nivel autonómico. En cambio, la izquierda del PSOE, Unidas Podemos e IU, baja. El panorama se le empezaba a complicar al PSOE junto con su punto débil: las elecciones municipales en Gijón y en Oviedo.
En Cantabria, los socialistas también se resentían. El objetivo de Ferraz es mantener el Gobierno de coalición con Revilla en el que el PSOE ostenta la vicepresidencia y varias consejerías. Pablo Zuloaga, actual número dos del Gobierno, volverá a repetir al frente de la candidatura socialista.
Cambios en el Gobierno
Para atajar más caídas, Transportes decide actuar justo cuando se reúne en Madrid con Revilla y Barbón. La ministra Sánchez destituye al presidente de Renfe, Isaías Táboas, y acepta la dimisión de Isabel Pardo de Vera, la secretaria de Estado, pese a que Barbón le había echado un cable unos días antes asegurando que era "la mejor aliada de Asturias".
Además, Transportes acepta que Asturias y Cantabria tengan trenes gratis hasta el momento en que se entreguen los trenes previstos, que no será antes de 2026. Además, la ministra Raquel Sánchez promete que Asturias recibirá 7 trenes más de los que se iban a adquirir. Todo lo que sea para tapar el fiasco del Fevemocho y de la Alta Velocidad.
El PSC también gana
Además de Asturias y Cantabria hay otro gran beneficiado: el PSC. Raül Blanco, que había sido purgado por Reyes Maroto al frente de la secretaria general de industria, será el nuevo presidente de Renfe. Con esta decisión, el PSC gana peso en el ministerio controlado por la exalcaldesa de Gavá.
Al frente de la Secretaría de Estado de Transportes estará David Lucas, exportavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, hasta que fue enviado a Móstoles donde llegó a ser el alcalde. Un hombre fiel del PSOE que hasta ahora era secretario general de Agenda Urbana.