Pedro Sánchez se ha paseado por las calles de una destruida Kiev. Una guerra que lleva ya un año de cortes de suministro y muertes. El presidente del Gobierno de España ha usado en innumerables ocasiones la excusa de que la nación va tan mal por culpa de su homologable ruso y que la inflación y los precios de la electricidad son responsabilidad de Vladimir Putin. La compra del gas ruso por parte de España ha crecido exponencialmente desde el inicio de la invasión.
Es cierto que España está ayudando a Ucrania enviando armamento al país invadido, pero lo que también es cierto que la opacidad en referencia a los materiales y la ayuda enviada es muy alta. La ayuda enviada, se ha podido saber es la misma que la que ha hecho Luxemburgo, un país con una población similar en número a la de Zaragoza.
Gasto en gas ruso
Volviendo al gasto español en Rusia, los datos avalan la siguiente afirmación: Sánchez es amigo de Putin. La posibilidad de las arcas rusas de poder pagar esta invasión para masacrar a la población ucraniana es con el dinero de la venta de hidrocarburos. La España de Pedro Sánchez está batiendo récords de gasto en gas natural ruso y no ha querido cortarlo. Un mes antes de que comenzara la invasión rusa, es decir, en enero de 2022, la compra de Gas Natural se situaba en los 2.178 GWH y al término del mes de enero de 2023 ya está en 6.372 GWH. El que se autodenomina "amigo de Zelenski" ha multiplicado por tres su gasto en gas ruso.
En dinero se traduce en: a finales del año 2021, España gastaba 1.216 millones de euros. Al cierre de 2022, el Gobierno se gasta 4.354 millones de euros, cuatro veces más. Sánchez envía 3.138 millones más a Putin en plena invasión, toda una ayuda a la matanza de ucranianos.