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De Roldán a Tito Berni: las fiestas con prostitutas y cocaína más sonadas la historia del PSOE

Los socialistas han encontrado en los locales de alterne un entorno óptimo para los negocios más turbios.

Los socialistas han encontrado en los locales de alterne un entorno óptimo para los negocios más turbios.
El exdiputado socialista Juan Bernardo Fuentes y Luis Roldán. | EFE

Muchos han comparado las grotescas imágenes de las fiestas de Tito Berni con las históricas fotos de las orgías de Luis Roldán. Descamisados, abrazados a jóvenes prostitutas en una habitación, esnifando cocaína o repanchingados en un sofá de lo que parece un club de alterne junto a una joven únicamente cubierta con una toalla. Así eran las juergas de 3.000 euros que organizaban el exdiputado socialista Juan Bernardo Fuentes, el general de la Guardia Civil, Francisco Espinosa Navas, y el empresario canario, Antonio Navarro Tacoronte. Los tres invitados que nunca fallaban, según los asistentes, eran la cocaína, las prostitutas y la viagra.

Las imágenes no difieren mucho de las que publicó la revista Interviú en 1994 y en las que se ve al director de la Guardia Civil en calzoncillos, partido de la risa, mientras se tapa la entrepierna con un cangrejo hinchable. No fueron las únicas instantáneas de las juergas de Roldán, en las que los invitados, custodiados por la Guardia Civil, viajaron en primera clase a cuenta del erario público al hotel Victoria de Palma.

Según cuentan, en aquellas orgías "increíbles", el alcohol corría con generosidad y el propio Roldán, completamente desnudo, perseguía por los pasillos del hotel a su amante, Elisa Rodríguez. Y de recuerdo, varias fotografías plagadas de mujeres en bragas con el director de la Benemérita rodeado de montañitas de cocaína, justo antes de fugarse con una fortuna de más de 10 millones de euros de los fondos reservados y las comisiones ilegales por adjudicaciones para la construcción de cuarteles de la Guardia Civil y de cárceles.

Bacanales con dinero para los parados

Resulta paradójico el afán del PSOE por "abolir" la prostitución, voluntaria o no, teniendo en cuenta que gran parte de los escándalos de corrupción socialista han encontrado en los locales de alterne y en las trabajadoras sexuales un entorno óptimo para los negocios. Y si no, que se lo pregunten a Joselito, el de Don Angelo, el propietario del prostíbulo donde Fernando Villén, por aquel entonces director de la Fundación Fondo Andaluz de Formación y Empleo (Faffe), se pulía el dinero destinado a los parados andaluces.

La Faffe funcionó como una agencia de colocación de miembros, familiares y amigos del PSOE-A y su director, Villén, llegó a pagar con una tarjeta black hasta trece bacanales en bares de alterne de Sevilla, Córdoba y Cádiz por un importe total de 31.969 euros procedentes de los fondos destinados a organizar cursos de formación para los desempleados de la comunidad. En una sola noche, Villén llegó a gastar 14.737 euros en el mítico Don Angelo, que por cierto fue derribado a finales del año 2018.

También frecuentaron los burdeles de Marbella los implicados en el caso Astapa, el caso de corrupción que imperó en el Ayuntamiento de Estepona durante el gobierno socialista de Antonio Barrientos entre 2003 y 2008. La Fiscalía Anticorrupción acusa al PSOE de financiación ilegal del PSOE y ha acreditado también la existencia de una caja C en el Ayuntamiento para pagar las mordidas de los políticos y los regalos para los empresarios. En la lista había botellas gran reserva, cajas de puros, viajes, cenas, hoteles y, efectivamente, prostitutas.

Curbelo: "Yo me meo en las putas"

Sin embargo, las visitas de los socialistas a los prostíbulos no siempre acaban bien. En el año 2011, el por entonces senador del PSOE y presidente del cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo, fue detenido en Madrid tras protagonizar un altercado en una sauna de los bajos de Azca.

Según afirmó un trabajador del bar al periódico El Mundo, el senador, su hijo y un amigo entraron con actitud "chulesca, agresiva y grosera", sobre todo hacia las señoritas que trabajan en el bar. "Yo me meo en las putas, yo no pago a las putas", dice que pronunció el detenido. Según los policías, Curbelo les amenazó y les insultó. "Sois unos terroristas, borrachos, hijos de puta, sinvergüenzas. Soy senador y voy a ir uno por uno a por vosotros, voy a acabar con vuestras carreras, que estáis pagados por los putos fachas del partido popular. Sois unos putos vendidos". Por su parte, Curbelo aseguró que todo era mentira.

Más allá de incidentes puntuales, no es de extrañar que Villarejo quisiese abrir un prostíbulo como fuente de "información vaginal" y, a tenor de la relación entre los socialistas, la corrupción y las prostitutas, tampoco resulta raro que Dolores Lola Delgado le felicitase por un "éxito garantizado".

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