Santiago Abascal ha sorprendido con su discurso inicial en la moción de censura al adoptar más una actitud a la defensiva que de confrontación con el Gobierno, optando por atizar a la prensa que ha criticado su propuesta, como ya hiciera durante la comparecencia conjunta con Ramón Tamames la semana pasada, aunque de una forma más explícita y contundente al hablar de medios "comprados" por los políticos, "voceros subvencionados" o informaciones "retorcidas y manipuladas de forma torticera".
